sábado, octubre 21, 2006

LA GUERRA DE MARLON

PEDRO WALDO VILLACORTA "MARLON"

EDAD: 68 años
FECHA DE NACIMIENTO: 10 de Septiembre DE 1937
LUGAR: La Rioja.

"En 1955, el pueblo estaba en el poder con Perón, la oligarquía fue la que echó a ese gobierno del pueblo, al gobierno popular, lo que pasa es que los milicos, la oligarquía y los curas, armados hasta los dientes, ¿no?. Hicieron matanza de la gente, bombardearon la Plaza de Mayo, reventaron colectivos llenos de gente, con chicos que iban a la escuela, después bombardearon en Retiro y hubo mujeres y niños muertos. Aparte a todos los obreros que mataron, ahí fue cuando empezó la guerra.
_¿ Que hacía en el 55? ¿ dónde trabajaba? ¿ cómo ingresó a la Juventud Peronista?
_ No yo entré a la resistencia directamente, no tenía formación política, ni militancia previa, ni contactos en el partido, nada de nada.
Cuando cae Perón en el 55, yo trabajaba en la Cooperativa del Ferrocarril, que nada que ver con los Ferrocarriles del estado, en la empresa ferroviaria. Vivía en Villa Adelina, partido de San Isidro, que te voy a hacer una aclaración, Villa Adelina, cuando estuvo Perón, la estación se llamaba José Martí, le borraron el nombre en Villa Adelina y se lo cambiaron, aquí en Villa Adelina estuvo el grupo de la resistencia, la más brava que tuvo la República Argentina, por la cantidad de hechos. En el país se organizaron distintas células, pero la nuestra fue la más brava, todos luchábamos, todos éramos iguales.
_ ¿ cómo se organizó esa célula? En Villa Adelina, cuna de la resistencia, había un cine ahora hay un banco, el Cine Mayo, hacía 2 o 3 días que había caído Perón y me fui al cine de noche, cuando vino el noticiero, salía Aramburu, Rojas y hubo una chiflatina general, pataleábamos, puteábamos, de todo, ¡ Prendan las luces !_ y nos echan a todos del cine
(risas) y entonces nos sentamos en el cordón de la vereda, eran las 11 de la noche, unos cuantos, entre esos estaba Héctor Gríngoli, Cacho Giménez, que si bien nos conocíamos de vista, nunca nos habíamos hablado, estábamos a las puteadas, le digo yo, _ ¡ che !
_ ¿ Porque no salimos y los hacemos cagar a estos hijos de puta? _ Porque cuando pasaban los trenes, que venían de afuera nos gritaban de todo, contra nosotros, gritaban_ ¡ LIBERTAD! ¡ LIBERTAD! _ y nosotros los cagábamos a hondazos. (risas).
Estaba un compañero, Cacho Jiménez, que ahora vive en Don Torcuato, cerca de la ruta 202, apenas si puede caminar, hace 5 años que no lo veo, no fueron capaces de darnos una mano en nada, en nada, a mi me da vergüenza, no sé si está vivo o muerto, pero ese fue un gran compañero porque en todas las grandes acciones que hicimos, él estuvo.
Juan Jiménez, el Cacho, Santafesino, debe tener 75 o 7 años, es mayor que yo.
Entonces me dice Cacho que estaba sentado en la vereda - ¿Se animaría compañero a hacerlos cagar?_.
¡ Si !_ le contesté.
En Villa Adelina, vivía la familia Bustos, nosotros nos reunimos ahí, los dueños de casa, Don Bustos y Doña Enriqueta, eran viejitos, y eran las 2 o 3 de la mañana y ellos salían a caminar afuera para vigilar que no hubiera nadie, algún movimiento raro, el domicilio estaba en la calle Gobernador Castro, tenían en la casa una cancha de bochas, porque Don Bustos y sus hijos jugaban para un club y entrenaban en la casa.
A Doña Enriqueta siempre le decíamos -Cuando lo traigamos a Perón, lo vamos a traer acá, para que juegue un partido a las bochas, _ y Doña Enriqueta nos contestaba _ ¡ hay !
Ya me parece verlo al General acá jugando a las bochas.
Ellos murieron en la mayor de las miserias y los canallas nunca jamás se preocuparon por nada.
A mi el único que me dio una mano fue él _ señala a un compañero presente _ pero él personalmente nada que ver con el poder, el gobierno.
Volviendo al tema, primero cuando empezamos nos armamos con unos revólveres y un Winchester 44, y salíamos de noche.
_ ¡ Aquel es gorila! ¡bum! ¡bum! ¡bum! _ Se la poníamos tiroteándole la casa. Después nos trajeron pólvora, y allí murió un compañero en un accidente, Lucicini, estaba armando un explosivo, y manipulando la pólvora, el compañero tenía un cigarrillo prendido y se explotó la pólvora, porque todos éramos inexperto, nunca habíamos manejado explosivos detonantes, mechas ni las mezclas, nos habían dicho que la pólvora no explotaba sin detonante, y por eso Lucicini estaba fumando, pero la pólvora se encendió sin explosión, y consumió todo el oxigeno alrededor de la mesa, externamente Lucicini no tenía nada, pero aparentemente le afectó gravemente los pulmones, aunque a nosotros nos dijeron después que había ido la policía al hospital y lo mato.
_ ¿ la pólvora cómo la conseguían? _
A través de otro grupo yo a esa información no la tengo porque no me ocupaba de eso.
_ ¿ Los muchachos del grupo tenían alguna jerarquía interna?_
No, no, nada que ver, eran compañeros y punto. Ahora me acuerdo, el sindicato de químicos solía conseguir pólvora, y por allí había un grupo que le mandaba decir a otro, te cambio mechas por gelinita.
Pasado el tiempo y con más práctica empezamos a buscar explosivos más fuertes, gelamón; gelinita; detonantes; mechas, asaltamos cerca de Mar del Plata, creo que en Sierra de los Padres, unas canteras. Teníamos un contacto con la gente de Mar del Plata, Armando, Nicolera, Mariano Vuelta, Oscar Norberto Centeno, Carlos Menéndez, y otros muchachos que ya me voy a acordar.
Al doctor Oscar Norberto Centeno lo mató el general Camps, en el setenta y pico, unos días antes yo había estado con él en Mar del Plata, cuando fue el sepelio fueron varios abogados a despedirlo, y los milicos los alzaron y desaparecieron.
Retomando el relato, el grupo nuestro a través de Gríngoli, había tomado contacto con el doctor Domingo Heriberto Sanz, el Mingo, dermatólogo de San Isidro, como él conocía el ambiente nos iba pasando los datos, él tenía amigos que nosotros no conocíamos y él averiguaba a través de ellos, nos daba la información y nosotros se la poníamos a los gorilas.
Primero empezamos con pólvora haciendo las bombas por supuesto......
En Boulogne no querían ir a la huelga los maquinistas del ferrocarril y el secretario general de la base de Boulogne era el que se oponía a la huelga, porque era antiperonista el tipo, y fuimos a la casa le metimos una bomba de pólvora, llevábamos nafta que se la agregamos; yo tenía la costumbre de llevar los fósforos Rancherita, me retiraba unos metros, encendía el fósforo y lo tiraba; a toda la gente le llamaba la atención la puntería que tenía...(risas) pero esa noche la mezcla no quería prender, me puse atrás de un árbol, a cinco o seis metros, y le tiré un fósforo encendido, el fósforo voló y ¡ Pum !; explotó ni bien llegó el fósforo me llevaron los muchachos abombado por la explosión.¡ Le hicimos pomada el frente al tipo!. Así, hubo otras acciones chicas... hasta que por allí encontramos lo amigos de Mar del Plata, que te comentaba hace un rato, al doctor Centeno, a Dionisio Pereyra, bueno, y a otro montón de compañeros. Entre ellos había uno que conocía el trabajo de Las Canteras, en Sierra de la Montaña o Sierra de los Padres, no me acuerdo bien, ellos estudiaron la acción y de acá fuimos nosotros. Mariano Vuelta, que había sido suboficial hasta le 55, la había planificado, yo estuve con él hace poco en Santa Clara del Mar, estuve como un año y casi todos los días iba a visitarlo. ¡ Un compañerazo ! ¡ Como se jugaba !. Había sido retirado por ser milico peronista, todos lo iban a buscar a él, porque era el único con formación militar y conocimiento en armas y explosivos. Mira como será, que nunca se presentó a cobrar la jubilación, la vez pasada le pregunté- ¿Fuiste a cobrar?- Y casi me mata. -¡No quiero saber nada con los milicos¡.
El estaba con el flaco, que fue Tesorero del gremio de Gastronómicos en Mar del Plata, ¡Para! No me sale el nombre de este compañero, eh..., la mujer también era otra compañera peronista, ya falleció, pero no me puedo acordar, sigamos, ya va a salir...
Porque la resistencia siempre comenzó en el entorno familiar, y después en amigos y vecinos que se sumaban, tanto mujeres como hombres, que utilizaban seudónimos, se cambiaban de nombre como de camisa, a mi me pusieron el apodo, porque en esa época estaba dando la película ¡Viva Zapata!,..y a mi me bautizaron, Marlon Brando (risas) y después quedo Marlon; cuando caí en cama, nadie se sorprendió porque cayó Pedro Villacorta, ¿ quien comino lo conoce a este? (risas), ¡Ah! Te contaba lo de la cantera, la asaltamos, caminamos por campos arados, hasta subir a la sierra, de ahí sacamos los explosivos en cajones, y como era buen tirador desde pibe, en Córdoba iba casi todos los días a tirar, a practicar tiro, allá en Cosquín, estaba vinculado a una familia de renombre, entonces a mi me dejaban tirar, decían - a este déjalo pasar que es de la familia Arrascaeta; incluso intervine en campamento juveniles de tiro, así que tenia noción de cómo se manejaba un arma. Cuando llega la resistencia, yo tenia 18 años cuando cayó Perón; ya sabia manejar armas, la posición de tiro, todo, entonces los muchachos mas grandes confiaban en mi para que vigilara con el arma; llevaba una ametralladora Halcón, cuando esa vez bajamos de la sierra con los cajones de explosivos, habían ido muchos compañeros de Mar del Plata, cada cajón pesaba 24 Kg., y cada uno llevaba 2 cajones, yo llevaba uno porque tenía la ametralladora y cerraba la fila; a mi los muchachos me dijeron - vos sos el último, si te tocan de atrás, sacudile porque no es de los nuestros, la consigna si pasa alguno es gato.-
Veníamos bajando y me tocan la espalda, íbamos por unas plantaciones, a oscuras, no se veían ni las manos, me voy vuelta y me dicen ¡Gato! Era un muchacho que le decían gallego, desde esa vuelta lo separaron, no le dieron mas cabida en el grupo, nunca mas supe de el, por lo que había hecho, ¿Si yo le tiraba? Yo tenia la orden de tirar y tiraba, no tenia ningún drama.
Antes de salir a buscar los explosivos, resulta que estábamos en la casa de Pedro Álvarez, el gastronómico, y se me trabó la ametralladora, no la podía destrabar, todos lo intentaron y nada, no aflojaba la máquina, ¿Sabes quien la arregló? La mujer de Pedro Álvarez, hizo así ¡Puc! con la mano y después nos pegaba la forreada la señora (risas), hace poco fui a visitarlos, Pedro cobra una pensión de $ 300- pesos, va a comer a un lugar donde va la gente pobre, la casa de adelante donde vivía, el chalecito, lo alquiló y se hizo una casita atrás donde vive, la misma señora que le alquila el chalecito me contó a mi -¿Sabe los meses que le deba?- y Pedro le dice -No se haga problema si no tiene para pagar ¡Que va a hacer!-
Ellos no tienen hijos, y viven así, ¡Mirá como se portaron todos!
Nos volvimos a Buenos Aires, después del asalto a la cantera, esa misma noche camuflamos el camión y pegamos la vuelta.
Le voy a comentar las acciones grandes que hicimos, allá por el 56 ó principio del 57, una de las primeras fue cuando le pusimos una bomba al interventor de la CGT, Patrón La Placette, que a estos dirigentes "Sabios y prudentes" que tenia la CGT, Laplacette los usaba para que les limpie el piso, las botas y le seben el mate, esos eran los "Sabios y prudentes", esos eran delincuentes, todos sin excepción, también el interventor, que fue de vaciador de la CGT, junto a los "32 gremios democráticos" que no existían pero que negociaban con la dictadura.
Ya a esta altura, todos los días explotaban bombas, las que colocábamos nosotros. También de un montón de otros grupos en Buenos Aires, Córdoba, Rosario.
Da la casualidad, que ese mismo día que explotó la bomba en Patrón Laplacette, a tres oficiales mas de la Marina le pusieron bombas, entonces la inteligencia de la Marina decía -Estos hechos fueron sincronizados-, y ¡Nada que ver!, dio la casualidad nada mas. Nosotros con Gríngoli, salíamos con cinco caños casi todas las noches, me acuerdo del de la valija, Fernández Rojo, era un buen tipo, medio rarón, ahora tiene Alzheimer, en ese tiempo era bastante fantasioso, pero poner, ponía.
Nosotros, a otro que se la pusimos fue a...
_¿ Al de la S I E ? (Servicio de Inteligencia Estatal)
No, yo no estuve en esa acción porque caí preso, estuvo Gríngoli, fue cerca de la Residencia de Olivos, y se armó un tiroteo, una compañera manejaba la camioneta, que después cayó presa con el CONINTES (Conmoción Interna del Estado) ¿ Quién se acuerda de los presos Conintes? Yo conseguí una lista incompleta de los presos que salió publicada hace un tiempito en una revista del gremio de farmacia, pero después nadie se acordó de nosotros, jamás.
_¿ Es cierto que murió Conrado Ruggero?
El pelado, que era telefónico que vivía en Don Torcuato.
_ ¿ No lo ubica?
Si, estuvo preso, con el plan Conintes fueron 1300 los presos.
_ ¿ Sabe usted como aparecen los caños?
También los llamábamos chorizos y nacieron en Villa Adelina, antes a los explosivos los poníamos en bolsas tipo marinero y resulta que colaboran en la resistencia una familia que eran poceros, y tenían cualquier cantidad de caños, caños viejos que ellos juntaban y los vendían a fin de año y hacían una gran fiesta en el barrio, esa familia se apellidaba Lindón, un día estaba en la casa de ellos, y les dije _ che, esos cilindros de bronce ¿Te sirven?-
Los estoy juntando para fin de año. _ y si los usamos ¿ vos tenés algún problema?-
No, háganlo.
Entonces metíamos los explosivos ahí, con tornillos, rulemanes, con todos los condimentos y decíamos -¡ Un pan dulce para el fulano! - Le poníamos dos mezclas porque resulta que una vez fuimos a Villa Martelli, a la casa de un tipo que colaboraba con la policía, porque era comando civil de la Libertadora y tenía un negocio en Villa Martelli y entonces le pusimos una bomba y no explotó, era en el invierno, porque había mucha humedad, la mezcla se quebró y no explotó. A partir de ese día a la mezcla la sobábamos, le dábamos un calor en el horno y poníamos dos mezclas de la misma medida con dos detonantes y nunca fallaron.
- ¿ cuánto les llevaba armar un caño?
Poco tiempo, con la práctica, enseguida. De cada cajón de 24 Kg. Sacábamos una de 10 Kg. Según el caño.
Nosotros le pusimos una al juez Botet el del decreto 4161, en esa época éramos varios los que los buscábamos para hacerlo cagar. En el ranking de los más buscados por la resistencia estaban por la bronca que les tenía la gente, Rojas; Aramburu y el juez Botet, eran los tipos más odiados del país.
Rojas vivía en la calle Austria y las Heras, era imposible no se podía, a Aramburu tampoco y creo que fue en Diciembre de 1959, nos traen el dato del juez, entonces pusimos en dos caños, 94 Kg. De explosivo de gelinita, bien adobados.
Los que colocábamos las bombas éramos, Cacho Jiménez; Antonio Caporalini; Gríngoli; el tano Mistreta que nos llevó en el coche y yo.
Mistreta era de Entre Ríos y le tenía una bronca increíble a Urquiza, salimos de Villa Adelina y Cacho Jiménez que iba del lado de la ventana me dice, mire compañero allá una estatua, y yo pensé que era San Martín. No me dice, es Urquiza. Entonces le comento a Mistreta, compañero Felipe - ¿ Que te pasa? - me dice, porque siempre se la agarraba conmigo que era el más chico y jodón, - ¡ mire quién está allá !-, - ¿ y ese quien es?- me contesta, salta Gríngoli y le dice - ¡ Ese es Urquiza! - y el tano se volvió loco,-! ¡ Hijo de puta! Una vez le cortó la mano a un chico porque le robó una mandarina en el Palacio San José - y el viejo empezó a putear y ya se quería bajar a ponerle la bomba al monumento. (risas).
Entonces todos nos opusimos, no tano dejáte de embromar y nos matábamos de la risa.
En ese tiempo, a mi me habían echado de la cooperativa del Ferrocarril y empecé a trabajar en el Mercado de Abasto para una empresa, descargaba la mercadería.
La observación del lugar, siempre la hacían las compañeras, en la casa del juez, había todo el día 2 milicos de guardia, a eso de las 10 de la noche, salían del puesto, caminaban unos 50 metros para ambos lados de la casa y después se metían en una obra en construcción a comer un asadito y así eran todos los días.
A la noche antes de entrar en mi trabajo, yo pasaba y miraba, la noche del hecho , veníamos con el vehículo despacito, no me acuerdo el nombre de la calle, parámos y espiámos a los canas hasta que se fueron para la obra.
Yo me aposté atrás de un árbol con la ametralladora para cubrir a los muchachos de los canas.
La casa era de tipo colonial, con 2 o 3 balconcitos a 2 metros del piso, en el del medio pusimos los caños. Caporalini ayudado por Cacho, se subió al balconcito y los prendió, serían como las 10: 30 ú 11 de la noche.
Subimos al vehículo y nos fuimos, yo me fui para el trabajo a recibir la mercadería y llegué tarde. El encargado me dijo - ¿ que te pasó Pedrito? Y perdí el tren, le digo, yo nunca faltaba al trabajo, nunca, cuando bajo el primer cajón escucho ¡ Pum! ¡Pum ! Las explosiones sacudieron todo. La gente que estaba trabajando gritaba - ¡que explosión!- y empezamos a oír las sirenas, ¡Un quilombazo!, todos preguntaban ¡Que había pasado? Y como a la media hora vinieron unos patrulleros, creo de la 49 de Retiro, me acerco, porque siempre iban a buscar mercadería y le pregunté - ¡ Que pasó?-.
Parece que le pusieron una bomba a un capo, me contestó uno -¡ No vieron nada raro?- No si estamos trabajando.
A las cinco de la mañana salía el último camión al Mercado de Abasto, me subo y cuando pasamos por el lugar fuimos a ver. Habían puesto vallas, la cana nos gritaba - ¡fuera de acá!- Estos milicos no nos dieron bola, entonces agarré, tomé el 78 y me fui para Villa Adelina, porque me estaban esperando los vagos - ¡ y que pasó?- me preguntaron apenas llegué, ¡No quedó nada! Les dije ¡bien¡ ¡bien! Saltaban de contentos.
Para mi la acción más cruda que nosotros hicimos, fue cuando volamos medio puente con el ferrocarril, esa acción salió en la tapa de la revista LIFE, que era como la revista GENTE, y también en O' Cruceiro.
Resulta que entre 26 y Bulogne, hay varios puentes y les dije a los muchachos, primero a Cacho Jiménez. Después a Caporalini y a lo último a Gríngoli, porque era muy celoso, era un tipo muy valiente pero también celoso de los demás
Les digo mira - ¿que te parece volar el puente con el tren carguero que trae 50 ó 60 vagones?. Lo volamos por la mitad para que no haya víctimas. Sabía los horarios de los trenes con mercadería, había uno que pasaba por el cruce 26 a la 1 de la mañana. El problema es que ya había mucha bronca y la policía te pasaba cada rato en la calle, te revisaban los paquetes, te pedía los documentos , etc.
Como ven pienso que la guerrilla que vino después era heredera de la Resistencia, tan es así, que mucha gente de la Resistencia se acercó a los muchachos para tirarles un piar.
Cacho, que era el tipo más serio, le comunica a Gríngoli la idea, ¿ que te parece la idea? ¡ Que buena!. Fueron a observar el lugar, las cajas de explosivos estaban en Carapachay, y había que traerlas hasta Bulogne, el compañero Merino, que era colaborador, no estaba en la acción directa, pero siempre nos daba una mano, el tenía un pibe, Jorgito, de 10 años que lo ayudaba en el reparto de vino, con un forcito que hacía fletes, nos transportó los cajones.
Esa noche colocamos los caños y los sincronizamos para cuando pasara el tren, cuando terminamos el trabajo, nos fuimos caminando y al ratito escuchamos ¡ BOOOM! Un ruidazo impresionante.
En la calle no había un alma, hacía un frío que te calaba los huesos, teníamos que caminar un montón de cuadras hasta Villa Adelina. Adelante iban Cacho y Caporalini y atrás quedábamos Gríngoli y yo, que íbamos retrasados porque cargábamos las armas. De repente vimos un cordón policial y a los muchachos de adelante los pararon. A nosotros nos hicieron señas para que nos acercáramos, pero ¡que mierda! Empezamos a correr y la cana atrás nuestro. (risas) corrimos no sé cuantos metros, estábamos con la lengua afuera, en una esquina, Gríngoli se parapeta detrás de una parecita y saca la pistola, yo salto atrás de él y en tan mala suerte que caí dentro de una zanja y me mojé hasta el cuello con esa agua podrida y helada, rápidamente me levanté, saque la ametralladora y empezamos a los tiros. Los milicos se fueron al carajo.
Cerca de allí, teníamos un matrimonio amigo, y para ahí rumbeamos apurados.
El matrimonio este nos contó que al oír la explosión y después los tiros se levantaron y la mujer dijo voy a poner la pava deben ser los muchachos, y seguro que van a venir para acá, y vos gauchito, así le decía al marido, sacale la llave a la puerta. En eso llegamos nosotros a las corridas ¡Huau! Y entramos como cohete. Yo todo mojado, recagado de frío, -¿Qué pasó?- me preguntó la gorda, Cacho y Antonio cayeron presos, le digo.
Eran como las 4 de la mañana y nos pusimos a tomar café, mucho café, dejé todo en la casa de estos amigos, y a las 6 de la mañana me fui para mi casa, encima la ropa del gauchito que no me entraba, era más flaco que yo (risas), y hasta mi casa eran un montón de cuadras y no tenía un peso partido al medio, cortando camino serían unas 50 cuadras, más o menos, el gauchito y la señora salieron a "pispear" y nos avisaron, vayan que no pasa nada por acá. Llegué a casa como a las 7: 30 Mi vieja que era madrugadora, me preguntó -¿Qué te pasó?- porque estaba lleno de barro y con olor a podrido y le contesté- y la zanja me resbalé y me caí-
_¿No fuiste al trabajo?- me preguntó otra vez porque yo nunca faltaba al trabajo - No, hoy no voy, me voy a bañar alcánceme ropa para cambiarme - terminé de bañarme y me quedé a tomar mate con mi mamá, después me fui a dormir, y le dije, despiérteme a la hora de comer.
Al mediodía me desperté solo, en la comida mi vieja me dice, ¿Qué pasó con la explosión de anoche? No se, en Campo de Mayo habrá sido le dije mientras seguí comiendo, haciéndome el otario.
Mi mamá espera unos minutos y comenta, la explosión de anoche fue a un tren de pasajeros que le pusieron una bomba. Yo me quedé helado. Comí apurado y rajé para Villa Adelina, para saber que había pasado con los muchachos, aunque Gríngoli, me había dicho que no me preocupara que él se iba a hacer cargo.
¿Sabes quien fue el que los sacó? El pelado Batena que trabajaba en el correo, tenía un amigo diputado del Partido Intransigente ó Radical, López Mateo, no me acuerdo bien, fue y le dijo- ¡che! Necesito una mano para unos amigos, mira pasó esto-, los amigos salían de ver unas minas y los engancharon, etc. etc. los sacó, como habían metido a mucha gente en cana que no tenían nada que ver con la explosión, estos se salvaron, aunque los cagaron a palos y los picanearon por las dudas.
Yo me fui a ver al Dr. Fernando Torres, que vivía en San Fernando y él tenía el estudio con el Dr...este, no me acuerdo el apellido, era del partido comunista, porque Torres no estaba y me atendió él, era el Dr. Julio Biaggio, de la Liga de los Derechos del Hombre, buena gente, yo le conté la historia de las minas etc., etc. El me escuchó y no me dijo nada, tiempo después, en la cárcel cuando teníamos más confianza, me dijo -¡ Vos te crees que no me di cuenta que habían sido ustedes los de la bomba en el ferrocarril? ¡Lo que pasa es que eso no se pregunta!-
A Baggio después le pusieron una bomba, y le destrozaron la casa, yo siempre estuve agradecido por como se portaron. ¿ Vos sabes como hago para acordarme de los nombres? Los asocio con otra cosa, por ejemplo soy un tipo que le dan un número y los asocio con los números de la quiniela, ¡ta, ta, ta, ta! Y se los números de memoria (risas)
Cuando me llevaron a la cárcel de Magdalena, fueron a visitarme.
Bueno ¿Que te decía? ¡Ah! Del tren, después me fui a Bulogne a preguntar en la estación, me confirmaron que habían volado un puente y un tren de pasajeros, ¡Sin ningún herido! ¿Qué había pasado?
El tren de carga se había retrasado media hora, y entonces largaron el tren vacío para que viniera al lavadero de Bulogne, explotó la carga y el maquinista no hizo a tiempo de frenarlo, y cayó la máquina de 80 toneladas y todo el tren quedó "patas para arriba",tomaron fotos aéreas y los diarios titulaban "Terrorismo en Argentina".
Había guardado en casa, diarios y revistas del hecho, pero después mi hijo las tiro cuando se puso peligrosa la mano.
Otro hecho fue otra que le pusimos al Contralmirante Pico, que era del servicio de Informaciones de la marina. Cuando le pusimos el caño a Patrón Laplacette, tengo una anécdota muy linda para que vean que tengo buen corazón, resulta que como era el primero que bajaba del coche e iba a mirar el lugar, en la entrada de la casa había un perrito chiquitito, lo tenia atado, cuando me vio empezó a mover la cola, volví al auto y le pedí al que manejaba -¡ Che! ¿No tenes una soga?-, era el gordo Di Mauro, porque esa noche fuimos en el coche de el, me paso la soga, lo agarre al perrito, lo lleve atrás y lo até lejos para que se salvara, después cuando le conté a Cacho y a Antonio ¡Se cagaron de risas! ( Risas) porque éramos muy compinches los tres. Después estos compañeros me taparon una que me mande, ¿Se acuerdan que les conté de aquella bomba que no exploto por la mezcla?. Después Gringoli dijo, a este hay que dejarlo, este trabajo no hay que hacerlo mas.
Yo le tenia una bronca bárbara al tipo, porque cuando fui a la mañana siguiente, se paseaba con la bomba en la mano y le gritaba a un viejito que tenia un kiosquito enfrente- ¡Che! ¡Estos son peronistas hijos de puta igual que vos! ¡No tienen habilidad para meter una bomba!- Estaba la policía, y había un montón de vecinos, yo pensé "Ya me la vas a pagar hijo de puta" y me fui.
Yo se lo dije a Gringoli, y no quería saber nada de volver, no había caso, no podía convencerlo.
Pasaron casi 2 años y cuando asaltamos la cantera, en Mar del Plata, me robé un cajón de explosivos de 24 Kg., Cacho, Antonio y yo íbamos viajando atrás con los explosivos, y les dije- ¡Che! Un cajón es para el barbita- Barbita le decíamos al hijo de puta - ¡Bueno! ¡Bueno!- me dijeron.
Al asalto éste, había venido el compañero Merino, entonces en una parada, le hablo del tema, y me dice -¡Si!!Si! contá conmigo - entonces va y le dice a Gringoli - ¡Petiso! Cuando pasemos por mi casa, quédense a comer y después siguen viaje- todos lo apoyamos, -¡Vamos! ¡Vamos!.
Merino manda al pibe, fuera de la vista de Gringoli, abre la puerta de atrás de la casa y por ahí entramos el cajón. Con ese cajón, arme la bomba, fui y se la puse, solito, con una bolsa marinera.
Pero el tema fue que Gringoli se dio cuenta en la descarga, nosotros no fuimos a descargar, no sabíamos a donde llevaban los explosivos, viene Gringoli y nos dice- falta un cajón- y nosotros le contestamos - habremos contado mal porque caer no se cayó en el viaje, además venían tapados con cajones de aceite, con botellas vacías.-¡Dale! ¡No te la vamos a robar para después venderla!- Y si, no, claro, se habrán equivocado al contarlas, los muchachos que fueron eran como veinte y alguno se había equivocado.
Bueno, sigo contando, en Villa Concepción, teníamos una familia amiga, las 2 hijas del matrimonio, muy bonitas, colaboraron con nosotros y fueron varios días hasta lo del "Barbita", a estudiar el lugar, ellos vivían cerca, ¡y le tenían una bronca! El "Barbita" tenia un negocio en la esquina.
Merino con el carro, llevó el cajón hasta la casa de esta familia, Barreta se llamaban, llegó y le dijo a la señora Marta, prepáreme una marinera, puse la carga, unos 23 Kg. Un muchacho me prestó la bicicleta. Tenía que ponerla a las 10 de la noche, porque era la hora en que no pasaba gente de la fábrica, que estaba ahí nomás y no andaban cerca los dos policías de civil que cuidaban. Llego en la bicicleta me siento en el ventanal del negocio, prendo un cigarrillo y me pongo a leer una carta que traía, saco la mecha, las 2, que que terminaban en la cabecita del fósforo de cera y atábamos la cabecita a la mecha con un hilo y ¡ Fuuu!, prendía.
Cuando vi que ya no había nadie, lo prendí, conté mentalmente 1, 2, 3, 4, 5...
No me acuerdo cuanto conté, pegué un salto en la bicicleta y ¡zaz! Salí disparando, al ratito ¡ Booom! Agarré por una calle de barro, ya sabía el caminito a mi casa, llegué, me bañé, comí y me fui a dormir.
La señora Merino, la gorda que cocinaba como los dioses, me había dicho, mira Marlon, si esta sale bien y no falla la otra, te voy a preparar la comida favorita tuya, ñoquis.
Al otro día llego a la casa de la gorda, en Carapachai, me estaba esperando -¿y?- me pregunto, y se reía, claro a la mañana temprano ya lo había mandado a Merino pera ver y se había traído un pedazo de vidrio para mi, -¡y no quedó nada más!- viene Merino y me abraza, y digo -De esto ni una palabra a Gríngoli -.
A eso de las 2, cuando terminamos de comer, le pido a Curi la hija de Merino, la más chica - Me prestas la bicicleta?-
- No - me dice la nena -¿Para qué la querés?- ( hacía poco que se la habían regalado)
La mamá le dice -¡ prestale a Marlon!, que es bueno y te trae caramelos, enseguida te la trae-.
Pasé por lo del "barbita", estaba todo destruido , el estaba acongojado, abatido en la vereda del negocio (entre mi decía reite ahora la reputísima madre que te parió), estaba la gente amontonada no se cuanta plata perdió, había ido Radio Colonia, después presentó quiebra y se fue a la mierda del barrio.
¡cuando se enteró Gríngoli! ¡ no te imaginás el lió que se armó! Me encaró fiero,
-¡fuiste vos!- relacionó el cajón que le faltaba con la explosión , y ¡Pin! Salí sorteado.
Yo me negué, no fui, no fui, no fui y estuvimos en la cárcel, unos cuantos años juntos, y me preguntaba y yo ¡no fui! (risas) y se murió pensando ¡fue este hijo de puta! (risas)
En la habitación de la hija mayor de Merino, arriba de un ropero había dejado una caja de zapatillas las "boyeros", con explosivos, mezcla y detonantes, en depósito.
La "Chiche" se llamaba la hija voy y le pido la "zapatilla", se la tenía jurada a un busto de Sarmiento, enorme, ¡ vos sabes que esa explosión salió en todos los diarios?. Después al lugar fue el Ministro de educación, una banda del ejército, estuvo todo el país repudiando el hecho, ¡ Ni me imagine que iba a salir tan bien el tiro! (risas).
Bueno, cuando Chiche me da la "zapatilla", le pido otra vez la bicicleta a mi amigo quien colaboraba con la resistencia, Carlos Alderete, llegué al lugar cuando ya era oscuro, y a 50 metros estaba la casita del sereno, que estaba tomando mate, yo me acerco al busto con la bicicleta y un ramo de flores, que en medio tenía atada la "zapatillas", saqué unas flores viejas que había y puse mi ramo, en tanto el viejo de la casillita me miraba, habrá pensado -¡ Este pelotudo a esta hora viene a rendir homenaje!- y si era enemigo de Sarmiento más bronca me tendría, porque no sabía que yo coincidía con él, ¡Qué se yo! ¡ Esta era una idea mía! (risas)
Agarro las mezclas, para colmo le puse mecha corta, las prendo y salí al ratito ¡ Pooom!, Cuando lo escuche, me agarró risas pensando en el viejito que estaba tomando mate ¡se habría tragado la bombilla!.
Gríngoli otra vez me acusó a mi í y yo ¡Qué no fui! Que no fui!, le preguntó a todos hizo averiguaciones y nada.
Yo le digo a los muchachos díganle a Grígoli que ando medio triste, con bronca, porque siempre me acusa a mí. Después estuvimos en otra acción contra un milico que era "servicio" y estaba infiltrado en la junta del partido peronista.
Cuando caigo preso en Mar del Plata¡ cobre como en la guerra! ¡ me deformaron! Me llevan a la base y yo me reía, siempre fui un tipo frío, Mariano Vuelta el compañero que era suboficial, dijo -este es milico infiltrado ó es un loco-.
Me llevaron al casino de oficiales, primero me habían picaneado en la brigada de Mar del Plata a cargo del comisario Salcedo, yo le dije-cuando salga voy a venir por vos, y si te moriste, voy a ir al cementerio y voy a quemar el cajón ¡hijo de puta!-.
¡Yo no me hice cargo de nada! Al último cuando me calenté, dije ¡Si fui yo!, con la picana me quemaron todo, estaba tan hinchado y quemado que no me podía estar en pie ¡Era un monstruo!.
Me hicieron el Consejo de Guerra, y antes de llevarme, estaban esperando que se me fueran las quemaduras me llevaron al médico, ¡era más hijo de puta! Después me hacía recordar...ese!, me decía, _las quemaduras te hacen bien, te hacen circular mejor la sangre para todo lo que hiciste ¡te tendrían que haber matado no traerte al médico!-
Pasa el tiempo, me traen a Buenos Aires, acá me encuentro al doctor Fernando Torres, lo habían detenido, me hacen un careo y me preguntan si lo conocía, yo les dije que no, y ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! Me volvieron a dar, me llevaron al segundo piso, a Coordinación Federal, ahí seguí cobrando -¡Hijo de puta ahora vas a hablar! ¡Pum! ¡Pum! Me desvistieron y me obligaron a apoyar las manos en un armario de fierro que tenían; me largaron una descarga! ¡Me quemó todo!, no me podía mover, me caí al piso, estuve tirado un tiempo, la boca toda seca al ratito me gritaban -¡levantate y ponéte la ropa!-
-¡Sabes que no podía!- ¡los milicos me pusieron los calzoncillos al revés!
Me llevaron a una oficinita, y me encontré a mi viejo, que estaba sentado, el milico me dice -¡Mira hijo de puta, si no hablas lo vamos a matar a tu viejo!- ¡Sabes que le contesté? -Por mi, mátenlo pero yo no fui- y eso es lo que me mortifica hoy y cada vez que me acuerdo me pongo a llorar.
Lo que me da bronca, es que nunca, fuimos reconocidos, no tuvimos ni una mención ¡nada!. En el único lugar que salimos fue en esa revista de Francia, y eso porque está el Vasco Azcurra, que para promocionarse nos necesitó mostrarnos a nosotros.
Yo lo fui a ver, estuvimos presos, lo conozco de la cárcel le dije _Che, Azcurra, vos que conoces gente ¡No podés tramitar una jubilación o una pensión para nosotros?. Nosotros ahora de viejitos, no tenemos laburo, ¡No tenemos nada! - y me contestó -¡Que puedo hacer yo!- agarré y me fui y así fueron todos, ningún dirigente iba a la casa de la familia del preso, los únicos dirigentes que conozco que se portaron bien, fue "Jorgito"Dipascuale, Framini, y el otro fue al que le mataron al pibe, ahhh! Ongaro, ¡Fueron los únicos! Yo fui amigo y los recuerdo agradecidos, también de los chicos y de la esposa de Ongaro, de apellido Caruso, que en ese tiempo, cuando le mataron al pibe, vivían en los Polvorines.
Los muchachos de aquel entonces, los que estuvieron en la lucha, se van muriendo, yo quedo porque era el más chico. Me acuerdo del "negro" Guzmán, de viejo andaba con dos palitos, ¡No tenía para comprarse un bastón!, nadie se acordó de él, ni para darle un geniol...
¡Vicente Petraca! Otro gran compañero, en fin...
-¿En ese tiempo tuvo trato con las Fuerzas Armadas?
Si más cuando caí preso. Pero antes, te voy a contar el relato que me acercó un íntimo amigo de la resistencia, que anduvo por muchos lados, a Vandor que era muy inteligente, venían a ofrecerle un golpe, pero era a condición de que salieran los metalúrgicos primero(risas), cada vez que venía un milico a verlo, cuando se iba Lorenzo Miguel preguntaba -¿Le pusiste la banda?- Sí..., ¡y se fue contento!...(risas), lo ponía como presidente.
Los militares lo único que hicieron fue demorar la lucha, alargarla, se hacían conspiradores cuando los habían retirado, esto que te voy a decir me lo contó el mismo amigo, resulta que a Perón lo va a visitar un general retirado. Cándido López, creo que se llamaba, y le propone dar un golpe en la Argentina para volver al poder, Perón le dijo que no era posible, Bla, Bla, Bla, el segundo día lo visita y le propuso otra cosa, Perón también dijo que no era el momento, al tercer día va y le dice, vengo a ponerme a sus órdenes para que hagamos la revolución...y Perón le dice -¡Pucha! ¡Que lástima ¡ Me hubiera venido a ver cuando usted era jefe de Campo de Mayo y lo podríamos haber hecho, pero ¿ahora?- (risas)
¡Claro, ahora era un cuatro de copas!
Yo estuve preso con algunos militares, cuando hicieron un levantamiento en varios regimientos enseguida los coparon, y fueron presos a Magdalena, que es una prisión militar, y nosotros íbamos de paso a la prisión militar porque ahí nos derivaban a institutos penales.
¿Por qué los llevaban ahí?
Porque éramos condenados por tribunales militares, por eso nos recibían aunque éramos civiles, y cada 2 ó 3 meses nos cambiaban de cárcel.
Yo me hice amigo de un capitán, que era de la Pampa, Rossi de apellido, petisito, cascarrabias, peleador, yo siempre charlaba con el, pedía para ir al pabellón de oficiales presos, en Magdalena, son departamentos chiquititos, para hablar con el.
Una vez Rossi me dijo con confianza - Mira, Pedro, nunca se confíen en los militares, ¿Vos te crees que éstos que están ahora presos conmigo se las aguantan? ¡Se la pasan llorando! Ustedes son digno de la lucha, si algún día salgo, como peronista, y me quiero embarcar en algo ¡Me voy con ustedes a poner bombas!-
Y te digo que a Rossi casi lo fusilan en la Pampa, porque se metió en un levantamiento peronista, el levantamiento fracaso y a los suboficiales presos los iban a fusilar, y Rossi pidió permiso para dirigir el pelotón de fusilamiento, los subieron a un camión a los presos para matarlos lejos, ¡Y Rossi se escapo junto con los presos en el camión! (Risas), esa es la historia de Rossi, ¿Vos sabes que años después estuve en La Pampa y lo busqué por todos lados y no lo pude encontrar?. Un militar digno, ese tipo...
El jefe de todos ellos, era el General Miguel Ángel Iñiguez, y después estaba el coronel Escudé, el salteño. Un día estábamos en el patio de la cárcel, tenia varios patios, pero este tenia todo alambrado el perímetro y le habían plantado arbolitos, una mañana estaba tomando sol, sentado en el piso, hacia un frió, Escudé estaba parado cubierto con un sobretodo y como a mi me habían dado muchos años de condena, me dice el coronel Escudé- Pedro ¿El día que se vaya en libertad, va a dejar un bosque grande acá Ud.? ¿No?- yo le dije- Y Ud. No los va a dejar muy finos que se diga- (porque le habían dado como 20 años de condena) y se reía a carcajadas.
Después fue interventor en Tucumán, no sé si del Gremio del Azúcar o de la Provincia, la cosa es que viaja hacia allí, Fernando Torres, el abogado, Escudé le preguntó por mi y me mando saludos, que sé de una vuelta por acá que va a ser bien recibido, (pero la verdad nunca mas lo vi).
Los militares vieron que la cosa venia en serio, cuando fue lo de "los Uturuncos" en Tucumán, que era una experiencia para empezar la guerrilla, ¡Ahí está la mano!
Nosotros siempre estábamos en acción, en ese entonces se organizaban huelgas todos los meses, y nosotros agarrábamos al Ferrocarril Belgrano y Mitre, y poníamos dos bombas acá y dos bombas allá, para cortar las vías, siempre manteníamos la unidad del grupo, Antonio Caporalini, el Tano Mistreta, Gríngoli, Cacho Jiménez y yo. A veces venia gente de Mar del Plata que era con la que teníamos contacto, las edades del grupo eran variadas, yo era el mas chico porque empecé a los 18, el Tano Mistreta ya era un hombre grande, tendría unos 50, Cacho en ese tiempo tendría 30 años.....el hermano de Cacho también estuvo en la lucha pero lo mataron temprano, Alberto se llamaba "el finadito", trabajaba en el Tigre, y un día apareció ahogado y todo golpeado.
Una vuelta, se hizo una reunión grande en San Fernando, y hacemos un planteo, porque la reunión era para tratar como recaudar plata para la resistencia, de la zona Norte, estaban casi todos, y entonces algunos proponían hacer festivales, que las mujeres hicieran empanadas, rifas, bailes, para juntar plata y comprar armas, nosotros los de Villa Adelina, estábamos juntos en un rincón, Cacho me preguntó -¿Qué te parece compañero?- y nos empezamos a reír, entonces levanté la mano y dije -yo tengo una idea mejor para juntar plata, ¡Tenemos que salir a afanar! - ¡Casi me matan!!!! (Risas), Caporalini gritó -¡déjenlo terminar de hablar! - Entonces me dirigí a Gringoli que era el que dirigía la reunión, nosotros no somos una Sociedad de Fomento, que va a rendir cuenta a los socios de cuanto recaudamos y que armas compramos ¡porque vamos a ir todos presos!, se enojaron conmigo. Cuando nos íbamos, Cacho, Alberto, Antonio y yo a tomar el colectivo, los muchachos decían -Marlon tiene razón.
Alberto dice, hace como dos o tres años trabajé en una forrajería en San Martín, es una manzana de grande, y la plata de la venta la depositan el día viernes, y yo se donde esta toda la plata, unos días después, fuimos, menos, Alberto, y asaltamos la forrajería y nos llevamos toda la guita.
En la primera reunión, le dimos toda la plata -¿Y esta guita?- preguntaron - ¡La trajeron los reyes magos!- les contestamos. Cacho y Antonio se reían, yo le digo a Gringoli - los fierros de los Miguelitos ¿No saben de donde los sacamos?- porque los fierros del 6 y del 8 para hacer Miguelitos, los afanamos de las obras en construcción, Vos sabés que no me puedo acordar como se hacían?, eran en forma de zeta, los clavos Miguelitos lo hacíamos en la casa de Juan Lindón, en Villa Adelina, aparte de ser pocero, Guillermo Lindón, tenia una fragua eléctrica porque hacían clavos para las obras, y una guillotina manual, nos juntamos los domingos y mientras las mujeres preparaban tortas fritas, ó mate, nosotros cortábamos en la guillotina los fierros cada 15 cm. Y en chanfle, uno ¡Pum!, dos ¡Pum! ; ¡Tac! ¡Tac! ¡Tac!, y después a la fragua, los agarrábamos con la terraja y le hacíamos ¡Tum! ¡Tum! Y hacíamos bolsas llenas, miles y miles de Miguelitos y con eso las poníamos en ciertos lugares de Buenos Aires, que de eso se encargaba Gringoli, que era el que tenia contactos. Los Miguelitos los usábamos en las huelgas, teníamos un plano, y una camioneta que usábamos que era la del "gauchito", la cargábamos hasta el tope, con bolsas de Miguelitos, una noche no se la cantidad que tiramos, miles, ¡Y quedamos encerrados! ¡No podíamos salir! Y pinchamos, ¡cómo puteamos esa noche! (Risas)
En Villa Adelina hacíamos todo, ¡sin un mango!, a pura imaginación popular.
¿Sabes como nos llamaban a nosotros? El grupo Campos, por el negro Campos, el secretario de Perón, cuando venia trayendo discos y cartas, pasaba por Villa Adelina y nos dejaba, pero nosotros con él, nada que ver, era el correo de Perón y nada más. Años después lo mataron a Itakazos, cuando era Intendente de San Martín.
Una vez organizamos una "acción" en el Uruguay contra el locutor de radio Colonia, Ariel Delgado, que era un antiperonista rabioso, cruzamos el Rió de la Plata, y quisimos saber el motivo, ¿Sabes lo que nos dijeron? Delgado es antiperonista pero pasa todo por la radio, hay que dejarlo...
A nosotros ni el besito de las buenas noches nos dieron, ni las gracias, al contrario nos trataron de sordos, comunistas, bolcheviques, leninistas, y no fue el pueblo el que nos tildó, fueron los de arriba, a nosotros se nos trató malísimamente, el único que le dieron una casita y un trabajo fue a Gringoli, los metalúrgicos, un día vengo de La Pampa y había una movilización de los metalúrgicos en Congreso, me meto en la columna, y le pregunto a un muchacho - ¿Dónde esta la columna de Vicente López?- Allá- me dice, lo ubico y quiero averiguar- ¿Esta Gringoli todavía?-
¿Sabes lo que me contestaron?....-¡Ese hijo de puta ya murió!...- Yo me quedé duro con la contestación, después me fui hasta el sindicato en Vicente López, y en un barcito donde paran los metalúrgicos me encontré a un compañero, Hugo "Peligro", él me mostró una plaqueta recordatoria de Gringoli que está a la entrada del Sindicato.
-¿Y por qué cuenta eso?-
-Para que vea como terminamos todos lo que luchamos, ¿Podemos esperar algo de los que están en el poder?-
-Francamente, no lo creo. ¿Vio lo que esta pasando en Santiago del Estero?-
-Una vez al mas fiel de los gobernadores que tuvo Menem, el de La Pampa, un día le saltó un problema escandaloso, lo habían acusado de integrar una banda que robaba automotores de Vialidad, en Santiago del Estero. Entonces el gobernador se vino a Buenos Aires, pero antes declaro que era una persecución por ser peronista, (porque estos se lavan las manos así). Se tomó el avión de la gobernación, vino a entrevistarse con el presidente en Buenos Aires. El Presidente lo llamó al otro viejo delincuente de Santiago del Estero, y le comentó el tema. Después el gobernador viajo a Santiago del Estero, y volvió "limpito" a su provincia.
Yo varias veces les grité allá en La Pampa - ¡Che, decile al gobernador que necesito un par de ruedas para mi coche! - y me recagaban puteando. ¿Sabes las veces que me metieron preso allá en La Pampa?...Igual que un diputado Pampeano que le dio a la madre una pensión de $ 90- pesos, ¡A LA MADRE!, y ese tipo se hizo un Chalet de medio millón de dólares, acá lo deschabaron porque viajó un canal de noticias a La Pampa, y el diputado les dijo -siempre la contra habla y habla y dicen cosas que no son verdades, pero no se acuerdan que yo di 1800 pensiones para la gente humilde de La Pampa. (pero no las dio del bolsillo de él) -(Risas).
Después cuando cumplió 25 años de casado, hizo una comida, invito a todos los capos, acá en la costanera y le salió ¡30 MIL DOLARES!. Y se defendió diciendo - esto se lo debía a mi señora desde que me casé, porque mi señora es muy peronista, igual que yo (esto siempre ponen a Perón y Evita adelante) porque cuando me casé no tenia ni para el puchero y ahora que puedo le hice esta "fiestita" (Risas).
Yo cuando los cruzo le grito en la cara - ¡Nosotros no peleamos para que estén ustedes!-
-¿Recuerda como era la confección de los caños?
-Si, todo era de fabricación artesanal. Nosotros usábamos caños gruesos, otros grupos usaban caños de 1 ½ pulgada. Cerrados con niplex, nosotros los hacíamos del tamaño, según el cliente.
Juan Lindón soldaba los caños, con una tapa arriba agujereada. Primero se la llenaba de gelinita, después le ponía la tapa y la soldaba. No hay ningún peligro, menos la pólvora, cualquier tipo de explosivo, podes martillar, golpear, prenderle fuego, no pasa nada. Por el agujerito hay que meter el detonante con la mecha, acá tuvimos muchos problemas, porque de explosivos cuando empezamos ninguno sabia nada. Y resulta que había mechas lentas y rápidas. En una acción donde usamos mechas rápidas me salve de milagro. A partir de ese accidente siempre usamos mechas de encendido lento. Se que los primeros envíos a la resistencia de detonantes se recibían de los hermanos Sapag, de Neuquen, que tenían canteras, y los mandaban a Buenos Aires en camiones de manzana.
Nunca compramos nada, porque los que van a comprar siempre quedan registrados, si no te regalaban los robábamos.
-¿El grupo tenia alguna orgánica?
Era como te comentaba, todos nos conocíamos del barrio, entonces los mensajes circulaban rápido. Hay una reunión a tal lugar a tal hora, y el grupo concurría. Los puntos de reunión casi siempre eran en casa de la familia Bustos, en la de Lindon, ó en la casa de Merino en Carapachay. Por lo general de noche, y a eso de las 22:00 u 23:00, salíamos a la acción. La acción previamente ya había sido estudiada y decidida, decíamos -mañana tenemos que estar en tal parte- y no había obligación de ir, si yo no me animaba, por ejemplo, sabía que los muchachos no iban a obligarme, no tenía ánimo y listo.
A veces, ocurrían indisciplinas, discusiones tareas que no se hacían o se hacían al revés de cómo se tendrían que haber hecho, muchas veces no con mala intención, sino porque se actuaba con la emoción del momento, por ejemplo vos llevabas un caño para entregar a otro compañero que lo estaba esperando para una acción y esa noche se te cruzó otro objetivo, te olvidabas de hacer el correo y se la ponías a ese.
A veces, salíamos a la noche, con 4 o 5 caños, sin tanto estudio, para acciones "chicas", te quiero decir que también se improvisaba sobre la marcha.
Había una reunión en Villa Adelina, yo iba caminando para allá, era la casa de un oficial de Aeronáutica, cuando me ve llegar, el tipo sale de su casa y me dice -a vos que te gusta la joda, andá, no te hagás problema, que después te vamos a comunicar lo que hablemos -. -Bueno- le dije -me voy a jugar el billar. Cuando me estaba yendo, me cruzo con Alberto Jiménez, que iba para la reunión, le conté y nos fuimos juntos para el billar. Serian la 1 ó las 2 de la mañana en el bar, y entra un tipo con traje, y le comenta al mozo -acá cerca hay un operativo policial, con carros de asalto, la infantería... un montón de milicos-.
Nos miramos con Alberto, y dijimos -¡zas!- en la casa donde se hacían la reunión.
Cayeron todos en cana, Cacho y Gríngoli fueron a parar a Caseros, donde se hicieron amigos de Cooke, estuvieron 3 ó 6 meses adentro. Yo los fui a visitar, Gríngoli y Cacho me dicen que el que los había delatado, era el oficial de Aeronáutica, que al otro día de la detención lo habían dejado salir.
Nosotros fuimos para Villa Rosa, Don Bustos tenía un ranchito y nos ocultamos un par de semanas, la mujer nos llevaba la comida, cuando vimos que no pasaba nada, salimos, y nos juramentos, ¡A este hay que hacerlo cagar!. Unos días después, un día de frío, a eso de las siete de la tarde, no había ni un alma en la calle, no pusimos a la par, lo empujamos y ¡Pum! Se la pusimos, el tipo gritaba-¡ NO, NO! ¡AY! ¡AY! ¡AY!- y no separamos. Al otro día se borro del barrio, nunca mas lo vimos, ni supimos mas de el .
-¿Tuvieron algun tipo de formación militar?
No, todo lo aprendimos sobre la marcha, inclusive sin manejo de tecnología ó chirimbolos raros, todo era casero, usando y adaptando cosas, sin gastar un mango, a todo se le buscaba la vuelta. En la fabrica de SEVEN UP, antes estaba en Vicente López, cerca del hospital, todos los fin de año envasaba la sidra para el gobierno peronista con la etiqueta de Perón y Evita. Después del golpe, entrámos y nos robamos cualquier cantidad de etiquetas que estaban en blanco, las escribíamos ¡y panfleteabamos por todos lados! (Risas).
-¿Cuándo cae preso por primera vez?
En el 60, cuando ya estaba el plan Conintes, la cárcel hizo que mucha gente se desvinculara de la resistencia, es una experiencia muy dura.
Yo estuve en cana 3 años, del 60 al 63, cuando Illia gano como presidente, nos sorprendió, lo mando a Perette que era el Vice -presidente, a decirnos a nosotros que estábamos presos en el Chaco, "vengo a traerles un mensaje del Dr. Illia, lo primero que va a firmar apenas jure, es la libertad, la amnistía para todos ustedes".
-¿Había alguna organización para ayudar a los presos?
Nada que ver, aunque allá en el Chaco la gente se porto muy bien, nos iban a visitar, nos llevaban algunas cosas, fue la gente que mejor se porto con nosotros, allá podíamos juntarnos a tomar mate con los compañeros, totalmente distinto a Magdalena ó a Tierra del Fuego.
-¿Tampoco había alguna organización para ayudar a la familia del preso?
En esos años nace una organización. Comité de familiares de detenidos,
Co.Fa.De., pero era pequeña, Comisiones de Derechos Humanos no existían todavía.
Me acuerdo del Dr. Julio Biaggio y la liga por los Derechos del Hombre, que viajaron a la cárcel de Tierra del Fuego para ver como estaban los detenidos, también juntos con algunos diputados fueron a Tierra del Fuego a vernos y armaron un "quilombazo". Además visitaron la cárcel de Viedma cuando se hizo una huelga de hambre de los detenido políticos, esto ocurrió en el gobierno de Guido, por 1962, tengo un buen recuerdo de este Perette, fue muy buen tipo, siempre que pudo nos dio una mano, vivía en un hotel, por la Av. Callao.
En Viedma, sé que estaban la mayoría de los muchachos de Mar del Plata, Mariano, Menéndez, menos Centeno que estaba en Rawson, en Viedma también Oscar Digracia, Babi Molina del grupo de La Plata.
Una vez se caso en la cárcel un amigo, le decíamos Quito, se caso con una chica que se llamaba Marta Fernández, era abogada y de la Democracia Cristiana, visitaba la cárcel con una cruz colgada al cuello mas grande que la que usa Carrió. (Risas) .
Fue mucha gente para el casamiento, los caso el padre Moya.En el 57, Perón ordena votar por el candidato de la UCRI, Frondizi. Cuando se conocen los resultados finales, le preguntan, ¿Ud. Que opina general de los miles y miles de votos en blanco a pesar de su orden?, ¿Sabes que contesto?- ¡Esos son mas peronistas que yo!. Por eso, yo agarre mi bastón de mando, porque soy peronista y así voy a morir."


Sergio Scalise

lunes, septiembre 11, 2006

DUOS TESTES HABET ET BENE PENDENTES

Escrito y difundido hace más de 45 años

“DUOS TESTES HABET ET BENE PENDENTES”

Por Enrique Oliva
La frase del título, que en latín quiere decir “dos testículos tiene y bien puestos” no es una expresión estética ni de intención grosera. Se trata de la fórmula con que desde los balcones del Vaticano un cardenal anuncia al pueblo la designación de un nuevo Papa, luego de la tradicional fumata.
Esas palabras definen la viril función de lucha y valentía que cabe a los pastores, quienes son defensores, cuidadores de rebaños. Vale pues la pena recordar en la Argentina este concepto, pues vemos que aquí nuestros pastores hacen amistad con los lobos y nos abandonan a sus voracidades. Al decir esto, no cometemos ninguna irreverencia. Y tampoco somos obsecuentes cuando aplaudimos las actitudes de Juan XXIII, siempre celoso partidario de las masas populares.
El Santo Padre nunca tiene inconvenientes en recordar con orgullo su vieja amistad con Evita, a quien trató en París, cuando era Nuncio del Vaticano. Sin embargo, nuestros monseñores actúan como Pilatos. Juan XXIII, a cuanto argentino lo visitó (desde Aramburu a Frondizi para abajo), les preguntó por los resto de Evita exhortando a la inmediata devolución a sus familiares para recibir cristiana sepultura. Pero aquí la jerarquía eclesiástica no se da por enterada y hasta parece cómplice de tamaña herejía.
El Sumo Pontífice habla a menudo de reforma agraria, de la explotación de los países subdesarrollados, de la prensa amordazada y mentirosa, de los derechos de los trabajadores, de salarios justos, de participación en las ganancias, de tolerancia religiosa, de cooperativismo y de mil cuestiones candentes sobre problemas reales y concretos, con sus pies de campesino sobre la tierra firme, aquí y ahora (hic et nunc). El conoce muy bien los peligros de su línea. Es el Papa más popular de todos los tiempos, pero sus sabios conceptos hacia Cuba (la Cuba real de Fidel Castro) y sus coincidencias con el Kremlin, especialmente en la lucha por la paz, le crean un enemigo feroz: el imperialismo, que lo trata mal o ignora sin piedad. Nada de eso lo desanima, ni aun las conspiraciones intestinas en el propio Santo Oficio, pues… bene pendentes.
La positiva franqueza de Juan XXIII nos autoriza a los cristianos a hablar con la misma valentía para decir cosas siempre pensadas y nunca expuestas públicamente. Resulta pues necesario que nuestro clero local sepa de una buena vez que sus pastorales son ladrillos indigeribles de vaguedades imposibles de descifrar.
Alguien escribió que “con el tiempo los dioses se hacen más inteligentes” y ello cabe también a los creyentes. Esa verdad justifica la desaparición de deidades absurdas. Y si a esta altura de la historia la jerarquía católica no trata a su grey con la elevación y respeto que merece la cultura y los avances de la época, continuará desmereciendo la seriedad de sus miembros.
Las mayorías humildes y explotadas del país desearían ver a sus pastores al frente de las luchas contra sus enemigos. Al menos, se conformaría con una tibia comprensión de sus dolorosos problemas. Más por el contrario, se los observa siempre al lado de los lobos, chacales y gorilas. Eso no quita que existan numerosos curitas gauchos con las cuales el pueblo se siente identificado y comprendido, pero estos no llegan a obispos.
Juan XXIII ha recibido tanto al patriarca ruso y Jacqueline Kennedy como a los Globe Troters y a un circo ambulante. Pero en la Argentina ningún humilde obtiene audiencia con los cardenales.
Los familiares de los presos conintes (trabajadores que llevan años de inicuo confinamiento) cuando han pedido intervenir a sus pastores, sólo aconsejaron rezar y esperar justicia… en el otro mundo. En cambio, cuando son detenidos golpistas, entonces Su Eminencia no reza; corre a la Presidencia y gestiona libertades.
El anciano Papa, en sus pocos años de reinado espiritual, según Time del 4 de enero, se ha hecho lugar entre sus múltiples ocupaciones para efectuar 139 salidas del Vaticano para visitar orfanatos, hospitales, cárceles, escuelas, etc. actividad para la cual nuestro Cardenal y Obispo no tiene tiempo. (Aclaremos: esto se escribe con dolor desde la celda de confinamiento de un cristiano, a 1300 kms. de su hogar, hogar del que estuvo ausente cuando bautizaron a su hija menor y cuando celebraron la primera comunión otros dos hijos).
Hay mucho que se observa y calla. Los párrocos advierten que declina la asistencia de fieles a los templos y que un fermento de recelo crece contra el clero, mejor dicho contra la jerarquía, la que bendijo las bombas homicidas de junio de 1955 y calló ante los fusilamientos de 1956, la que condenó a los “terroristas” peronistas por una pastoral, pero halagando a los terroristas castrenses que producen más muertes y daño sin justificación alguna y sin castigo.
Los más sagaces, los estudiosos que saben historia, comprenden que el mundo vive un momento de grandes transformaciones. A raíz de ello Juan XXIII desea “poner a la iglesia a tono con el siglo XX”, mientras aquí se nos pretende hacer retroceder aun más. Pero nada atajará el proceso y cuando pierdan el tren quedarán sin vigencia.
La jerarquía de la Iglesia está mintiendo con su accionar diario de la neutralidad, según sus palabras, “no ha entendido en un sentido puramente pasivo, como si el deber del Papa se limitase a observar los acontecimientos y a mantenerse en silencio…”.
Para actuar como pastor se requiere grandeza, valor y plena conciencia de esa misión de milicia y lucha. A quienes crean que no es así, le refrescaremos algo la memoria, con las palabras sagradas. Israel quiere decir “Dios pelea”. En el Exodo (XV) Moisés llama a Jehová “Fortaleza del Pueblo”, “Varón de Guerra” y “Vencedor de la Caballería Egipcia”. Asimismo, Jehová es “Jefe de los Ejércitos de Israel” y su tarea era combatir la opresión y la injusticia.
Macabeo significa “martillo”, “martillo para machacar a los enemigos”. Y Judas Macabeo ben Matatias castigaba implacablemente a todos los pueblos paganos que vejaban a los judíos, llevando esta inscripción en su estandarte: “La mejor forma de bendecir a Dios es combatiendo al tirano”. Y dice: “Aparejados estamos a morir antes que violar las leyes patrias que Dios nos ha dado”.
Hasta las mujeres se han desempeñado con las armas en la mano. Baste recordar a Santa Catalina, Patrona de Roma, que en defensa del Papa se convirtió en lo que hoy llamaríamos guerrillera, o Santa Teresa de Ávila luchando por las murallas de su ciudad. Y también podríamos mencionar a Santa Juana de Arco.
Más no es sólo en la Biblia donde a diario hallamos ejemplos edificantes. En el mundo de hoy también los encontramos pero fuera de nuestras fronteras. Del caso del Papa, ni qué decir. Además, vimos la heroica actitud del Obispo de Goa (enclave colonial en la India), al enfrentarse a los ocupantes portugueses.
En varios países de América el clero apoya la reforma agraria. En Chile, hace un año que la Iglesia comenzó a ejecutar un plan para vender todas sus tierras propias, sin excepción, a quienes la trabajan diariamente, pagaderas en 30 años. Y en el vecino Brasil el anciano Cardenal Arzobispo de Río de Janeiro, Jaime de Barros Cámara, goza de inmensa popularidad porque él personalmente reclama la liberación de los humildes. Este prelado bien americano llama a las cosas por su nombre y acaba de declarar que “la Alianza para el Progreso está muerta”. Y agregó: “Nuestros ricos en Latinoamérica piden muchas reformas pero llaman comunistas a aquellos que deciden llevarlas a cabo. Ellos continúan poseyendo el 80% de la tierra; y en todos los casos, defienden a las dictaduras impuestas, controlan parlamentos y sus grados de idealismo y fe en el futuro está medido por sus depósitos en Estados Unidos y bancos europeos”.
Expresándose en estos términos se procede ad mejorem gloria dei (para mayor gloria de Dios). ¡Cómo nos gustaría que nuestros Cardenales hablaran así! ¡Con qué orgullo diríamos aquí los católicos argentinos como en San Pedro: “¡Duos testes habet et bene pendentes”!

Cárcel de Resistencia (Chaco) mayo de 1961.

martes, septiembre 05, 2006

LOS PUEBLOS ORIGINARIOS EN NUESTRA TIERRA

Por Stella Maris Ferradás

INTRODUCCIÓN

El siguiente trabajo se realizará con materiales aportados por la cátedra y girará en torno a interrogantes que se responderán a partir de párrafos extractados de diferentes autores, música actual, historia oral, etcétera.
El objetivo a alcanzar tiene que ver con la búsqueda de la identidad, las diferencias entre el folklore y la etnología; la civilización, la educación, la revalorización del otro y la voluntad de superación de aquellos a los cuales fueron los hombres blancos quienes les encontraron grandes diferencias. La costumbre nos hace seguir llamándolos aborígenes.
Por eso se hace necesario mostrar nuevamente las razones por las cuales estos pueblos distintos, que fueron alguna vez los dueños de la tierra que habitamos y que deberían ser los verdaderos herederos de ella se encuentran todavía apartados, sintiendo como una afrenta las distintas formas con que el hombre blanco los denomina: “indios”; no, porque no son habitantes de la India;” indígenas”; no, porque proviene de la misma raíz; “aborígenes”; no, porque en algún sentido significa menos que hombre o subhumano; entonces pues se llaman a sí mismos originarios ( mapuches, tobas, kollas, wichis, guaraníes, etc.).
Acaso hoy menos discriminados que antes pero no todavía suficientemente reconocidos dado que olvidamos en América que tanto San Martín, como Bolívar o Artigas lucharon por el amor entre hermanos para lograr la verdadera unidad.
También es cierto que estos pueblos han transitado un largo camino que en muchos casos favorecieron y aumentaron su experiencia permitiéndoles mirar la vida desde un ángulo de esperanza que en muchos casos el hombre blanco ya perdió.


¿Por qué?

“La despoblación en todas partes obedece a múltiples factores, que varían según el lugar y el tipo de población.
En las regiones indígenas, hay que tener en cuenta que ya existe una población estable arraigada desde hace siglos y que se mantiene allí, no porque obtenga beneficios económicos, sino porque es su tierra.”. Sixto Vázquez (1)
-No se que hacen ustedes aquí- les sermoneaba: -Aquí no se puede vivir como la gente… ” Sixto Vázquez. (2)
Esto les decía un maestro de La Puna a sus alumnos, es repetida historia para todos los niños de nuestro norte argentino, luego se asombran cuando se van buscando una realidad que no les pertenece.
Los jóvenes emigran no sólo porque les enseñan así en la escuela. Toda la cultura de las provincias del noroeste argentino se va perdiendo abandonada por las nuevas generaciones que no encuentran solidez en las formas del quehacer de sus mayores.
La escuela del lugar no los capacita para responder a las necesidades del sitio que habitan y lo peor es que en muchos casos se niegan a aceptar la didáctica que los favorecería.
Los senderos de la memoria del pueblo no son uniformes pero se hacen más intrincados cuando los desvalorizan los mismos que deberían elevarlos; y aquí esta memoria elevada y sostenida hace al folklore, que en definitiva es la historia, no siempre escrita pero al fin historia de los pueblos.
Es verdad que la despoblación obedece a múltiples factores, tal vez en muchos casos ya no están los mayores, aquellos capacitados para trasladar el saber de la tierra y los que quedaron están cansados o nadie los escucha con el interés que necesitarían para no sentirse relegados u olvidados.
“Folklore no existe más que en los pueblos civilizados. Los usos, técnicas, prácticas, creencias y producciones artísticas de los pueblos no civilizados corresponden a la etnología.” Según el decir de Raffaele Corso, folklorista italiano, humildemente yo me pregunto ¿qué es ser civilizados?; ¿solamente los extranjeros lo son?, o bien ¿sólo los pueblos que cuentan en su haber miles de años por escrito pueden llamarse así?
En nuestro país la educación siempre sostenida por el dinero de los más poderosos, solventada por el Estado y utilizada por él para formar ciudadanos que sirvieran en las nuevas tierras; despreció desde su mismo nacimiento a los que llamaron “incivilizados”, aquellos que existían aquí antes de la conquista, es más hasta los obvió, esto es, los tomó como inexistentes.
Según unos versos muy conocidos que pertenecen a José Hernández, “la Pampa tiene el ombú…” ¿y al indio?
Se realizó la “campaña al desierto”… con mucho éxito para el ejército argentino, ¿y el indio, aquel que vivía en esas tierras sureñas?
Alguien dijo ya muy en nuestros días: … ¡en mi país no hay indios! Y cuando viajó por Alemania, fueron los mismos alemanes los que le hicieron ver la realidad del norte argentino, desayunándose allí de que aún existen algunos, pero de que jamás los había visto desde Buenos Aires, o no los habría querido ver.



Ya desde la escuela nos van diciendo pequeñas frases que calan hondo sin que nos demos cuenta: … Hagan un mapa y escriban los nombres de las tribus que existían en nuestro país. ¿Es que existía alguna? Se preguntan los chicos, y ¿qué pasó, qué fue lo que les sucedió?...
Aquí comienza la verdadera historia que pocos se atreven a contar pues deberían incluir en ella el desprecio y abandono a los cuales los hemos confinado. Desde el punto y momento en que el aborigen era considerado sólo una bestia de trabajo, incapaz de realizar una cosa por altruismo, o para mejorar su situación de vida, incapaz de sentir algo de amor a las cosas bellas, a la música o la poesía.
Por lo tanto se tornaba muy peligroso e innecesario que lograra leer, o que escribiera. Podía llegar a ser músico tal vez, eso no sorprendía tanto ya que muchos habían demostrado que eso era factible para su utilización, pero no escritor, les quedaba definitivamente vedado.
Era mejor que siempre fueran considerados dentro de las culturas ágrafas, molestaban menos, puesto que la literatura procura un pensamiento crítico o no, de la sociedad en la que vivían y esto podía perjudicar la dominación que estaban ejerciendo los conquistadores.
“Los pocos indígenas que revelaban aptitud para escribir, inmediatamente eran derivados hacia la carrera eclesiástica o sino, se les hacía un verdadero lavado de cerebro para que no se sintieran indígenas, sino mestizos o blancos- mentalmente-.”
Sixto Vázquez (3)
Es por eso que un indígena tras arduos esfuerzos por capacitarse o adquirir conocimientos sobre alguna materia que supuestamente atañe sólo al blanco jamás llegará a sentirse si mismo, al contrario deberá convertirse en otro, porque por muchos años es lo que le inculcaron.
Que la literatura estuviera en manos de familias principales o de la iglesia, quizá ha hecho que se produzca el sincretismo que aún hoy prevalece fuertemente arraigado entre los aborígenes, pues ocultaron lo que eran y en lo que creían para no ser apartados violentamente de sus dioses, de sus imágenes, de sus raíces. De todas formas nunca fueron integrados a la sociedad, no constituyeron parte de ella, como tantas otras naciones, por desconocimiento recibieron el racismo, que al decir de don Arturo Jauretche, es una forma frecuente de la tilinguería.
“La tilinguería racista no es de ahora y tiene la tradición histórica de todo el liberalismo. Su padre más conocido es Sarmiento, y ese racismo está contenido implícitamente en el pueril dilema de “civilización y barbarie”. Todo lo respetable es del norte de Europa y lo intolerable español o americano, mayormente sí mestizo…”Jauretche Arturo. (4)
Yo diría, mucho peor sí autóctono, olvidado, vilipendiado, tomado como bestia, incapaz.
Se pensó y se incentivó la inmigración esperando que estas tierras olvidadas, que parecían deshabitadas fueran hechas florecer por el inmigrante, no se pensó que ellos conservarían el amor por la tierra que dejaron y que, a su vez, sus hijos serían mitad argentinos y mitad europeos, con todas las consecuencias que son de imaginar y que aún hoy se ven en nuestro suelo.



Recuerdo una anécdota familiar que viene muy al caso, mi suegro que era descendiente de italianos, no habló español hasta que tubo seis años y entró en la escuela, porque sus padres no querían que olvidara de donde provenían. Esto no pasó con los argentinos naturales, ellos sí, era mejor que se olvidaran quienes eran.
En su mayoría los argentinos no nos sumergimos en el universo aborigen, podría decirse así, que coexisten y coexistieron dos sistemas de vida diferentes. Ni uno, ni otro pueden pensar que es posible por ejemplo el camino de la política para alguien perteneciente a los pueblos originales y que suceda aquí lo que sucedió en Bolivia en estos últimos meses, aún hoy este es un camino vedado.
Según Joaquín Víctor González, escritor argentino nacido en la provincia de La Rioja, entre las razas que ocuparon lo que hoy es nuestro país, es indudable que ninguna dejó huellas más vivas de su tradición y de su historia que la gran nación quechua, y esto debido a las crónicas minuciosas que nos dejaron los primeros exploradores, y aún a que fue ella la que más señales, dejó en su tierra de su genio y de su cultura.
“Ninguna como ella presenta mayor unidad y consistencia en sus hechos, y aunque sus noticias ciertas no se remontan más allá del siglo XIV, se ve que su historia comienza en aquella época, aunque con todas las nebulosidades de que los pueblos nacientes rodean los comienzos de su existencia”. Joaquín V. González. (5)
Por la naturaleza de sus leyendas podríamos deducir que forman una humanidad distinta, con su génesis, sus mitos, sus primitivos ensayos sociales, hasta presentar los primeros hechos históricos que pueden continuarse después en orden cronológico hasta la conquista, período en que la historia se apodera de ella hasta nuestros días; y aunque no es mi intento detenerme a discutir la exactitud de los orígenes que ellos se atribuyen a semejanza de los indios de Asia, de los egipcios, de los germanos, de los hebreos, de los griegos, pienso que la tradición existe y que debe restaurarse, comenzando por reunir en un conjunto sistemado y uniforme, todas las narraciones ya míticas, ya positivas que, enunciadas por los primeros cronistas de Indias, no han sido aún desarrolladas, ni llenados los vacíos que se advierten en la sucesión de los períodos de su vida. Joaquín V. González y A. Ponce. (6)
Como puede verse, alguien que conocía de cerca la cultura del norte argentino, habla de la importancia y necesidad de levantarla para su estudio y total conocimiento de manera que llegue lo más consistente posible hasta nuestros días. ¿Por qué sería esto así? Se hace imprescindible para que podamos conocerla y no dejarla de lado como fuente de lo que fuimos antes de la conquista y de lo que todavía podemos llegar a ser.
Como pueblo nos debemos esto, no se concibe que aún hoy alguien pueda decir que no existen aborígenes en nuestro país, no es posible que sigan diciéndoles que no sirven más que para morirse olvidados en donde pertenecen o que deben cambiar adaptándose a nuestras costumbres porque son mejores, porque son más lindas.
En la sociedad en la cual vivimos nosotros no hay espacio para la otredad, acostumbrados como nos tienen a los no lugares, es difícil comprender a quienes aman un lugar por más triste y solitario que nos parezca y quieran vivir y morir en ese lugar.
No podemos comprender la lucha denostada que realizan cada día para sobrevivir a veces sin agua y a veces con mucha. A veces con comida, a veces sin ella. Nunca con el confort de Buenos Aires, nunca con la mirada triste que nos imprime este río color marrón.
Como dice una canción de León Gieco: “…En Buenos Aires los zapatos son modernos, pero no lucen como en la plaza del pueblo…”, y no, que van a lucir si aquí todos tienen lo mismo y a nadie lo importa mucho el que no tiene nada, jamás se levantará una cortina para mirar como se muere de hambre el vecino; jamás se podrá pensar que lo que le pasa al otro hoy puede pasarme mañana. (7)

Nuevamente la tilinguería racista nos alinea con los tilingos aunque en muchos casos también a nosotros nos separan los “civilizados”, porque estamos aún muy lejos de descubrir lo dependiente que somos, lo pocos libres que somos aferrándonos a una falsa imagen de bonanza que no nos pertenece.
Nosotros les decimos a ellos indios brutos, ellos pueden decirnos a nosotros pobres ilusos, se conforman con un cielo negro de humo y ni siquiera pueden contemplar las estrellas con su verdadera luminosidad.
En los últimos días llegó a mis manos una nota aparecida en la revista dominical del diario Clarín, del día 2 de julio de 2006, cuyo autor es Martín Caparrós, que corrobora de alguna manera lo que vengo diciendo. El título de la nota dice textualmente “Arriba las Mujeres”, y hasta ahora es muy poco lo que dije específicamente sobre ellas. Sin embargo hay que tener en cuenta que si el aborigen hombre ha quedado relegado de la historia, con las mujeres es mayor el grado de tilinguería racista. En esta nota se demuestra como puede cambiar el panorama de toda una comunidad con sólo darles una pequeña mano y salir de la estructura de pensamiento que ya esta impuesta a través de los siglos. (8)
Rosario Quispe es la presidenta de la fundación Warmi Sayajsunqo o Mujeres Perseverantes, ubicada en Abra Pampa, y cuenta como ha sido su vida desde que en el año 1980, cerraron las minas en las que trabajaba casi todo el pueblo.
Allí, dice, comenzaron a ver que podían hacer las mujeres ya que los maridos no estaban pues se habían alejado en busca de trabajo hacia el sur. Se le ocurrió, según ella misma cuenta, hacer una asociación de mujeres para sobrevivir y empezaron a trabajar en el año 1994 mandando proyectos a todos lados, les contestaban que Argentina era un país del primer mundo y no recibían nada. Más tarde comenzaron a capacitarse y conseguir algunas cosas.
“La Warmi siempre tuvo el apoyo de la iglesia- a través del obispo de Humahuaca, Pedro Olmedo, progre y español-, que les dio formación y contactos”.
Como se ve una ayuda mínima si se quiere llamar así, pero al menos alguien se ocupaba no solamente se preocupaba.
Trabajaban con artesanías, cosiendo, hilando y vendiendo en Jujuy lo que realizaban, pero eran pocos los que se ocupaban especialmente los políticos los cuales en nada contribuían. Para el ´97 ya contaban con trescientas integrantes, y al ser año de elecciones aparecieron algunas cositas, como el dinero que les dio la Nación para un proyecto de salud, pudiendo levantar con sus propias manos un salón que les sirvió además para reunirse.
En 1997 la Cumbre Mundial de Mujeres las premió, haciéndose conocidas para mucha gente comenzaron a andar mejor sus cosas. El millonario Suizo Schmidtheiny las favoreció con una donación que cambió de manera sustancial sus expectativas.
Hoy funcionan en noventa comunidades de la Puna, los microcréditos, que son préstamos de dinero a comisiones armadas como la comunidad quiere, con el único requisito de que por lo menos la mitad del grupo este integrado por mujeres, administrando el dinero de acuerdo a las necesidades de cada grupo, invirtiendo en pasturas, animales, telares, un colectivo, cooperativas y hasta sembrado de truchas en un embalse.



Como se desprende de la lectura es amplísima la gama de actividades que llegaron a poner en práctica y todas ellas están superándose a si mismas cada día.
La misma Rosario hace ver como se sienten ellos frente a algunas personas que intentan beneficiarse con lo aborigen:
“Esto de las comunidades aborígenes ahora se vende y se compra. Hoy todo el mundo quiere ser indio, muchos aprenden a vivir de eso {…} yo no me disfrazo, {…} Yo nuestra historia la llevo de mochila para no olvidarme lo que nos ha pasado, nada más, pero yo quiero que mis hijos aprendan computación, quiero que sean empresarios, no me voy a quedar en los quinientos años de resentimiento”.
Esa actitud es la que le falta al hombre blanco me pregunto ¿cuando aprenderemos?, me parece que ellos recuperaron la voluntad y nosotros todavía no entendimos nada.


BIBLIOGRAFÍA


1.- Sixto Vázquez, Indio Manual, Segunda edición, Humahuaca, Argentina, Pág. 24.

2.- Sixto Vázquez, Indio Manual, Segunda edición, Humahuaca, Argentina, Pág. 22.

3.- Sixto Vázquez, Indio Manual, Segunda edición, Humahuaca, Argentina, Pág.17

4.- Jauretche Arturo, El medio pelo en la sociedad argentina, A. Peña Lillo, Bs. As., Argentina.

5.- Joaquín V. González y A. Ponce, El ensayo de interpretación (1910-1930) antología, Centro Editor de América Latina, 1980.

6.- Joaquín V. González y A. Ponce, El ensayo de interpretación (1910-1930) antología, Centro Editor de América Latina, 1980.

7.- León Gieco, Canción para Carito, Buenos Aires, Argentina.

8.- Caparrós Martín, Arriba las mujeres, Clarín, 2 de julio de 2006.

Ponencia del Dr. Arturo Enrique Sampay en la Convención Constituyente de 1949 (fragmentos)

La economía
“La economía en la reforma constitucional que proponemos tiene 2 fines, uno concreto e inmediato, la ocupación total de los trabajadores, esto es, la supresión definitiva de la desocupación cíclica, de la desocupación masiva que se verifica en las sucesivas depresiones económicas, y otro último, al que esta se subordina: brindar a todos los habitantes de la Nación las condiciones materiales necesarias para el completo desarrollo de la personalidad humana, que tienda a un fin espiritual, no material, derogando la libertad de explotación, la libertad de los poderosos que siempre traban la libertad de los débiles.”

La propiedad privada
“La propiedad privada, no obstante conserva su carácter individual, asume una doble función: personal y social; personal, en cuanto tiene como fundamento la exigencia de que se garantice la libertad y afirmación de la persona; social en cuanto esa afirmación no es posible fuera de la sociedad.
La constitución debe tener en cuenta que la propiedad privada no representa un privilegio a favor de pocos sino algo a lo que todos pueden llegar, para lo cual deben crearse las condiciones económicas que permitan el ejercicio efectivo del derecho natural hacer protegido.”

Reforma agraria
“Es clave de la política de agraria que proyecta la constitución, el derecho del estado a fiscalizar la distribución y utilización del suelo. El motivo de ese controlar sobre la producción campesina radica en la importancia que para la sociedad tiene que el agro lleve la función social que le corresponde… se justifica, entonces, que el estado pueda expropiar sus tierras a quienes no la hacen rendir por abandono, desidia o incapacidad y que las distribuya entre los aptos para trabajarlas como propietarios.”

La justicia social
“La justicia social es el fiel que balancea el uso personal de la propiedad con la exigencia del bien común.
El bien común o bien de la colectividad, significa que el Estado debe hacer posible a sus sujetos la realización de lo bueno, y garantizar esa posibilidad.
Por justicia social debe entenderse, la justicia que ordena las relaciones recíprocas de los grupos sociales, los estamentos profesionales y las clases con las obligaciones individuales, moviendo a cada uno a dar a los otros la participación en el bienestar general a que tienen derecho en la medida que contribuyeron a su realización.”

La usura en los precios
“la constitución rechaza los beneficios injustos de querer monopolizar los mercados y de quienes aplican el concepto genérico de usura en los precios.
La reforma constitucional instaura un orden económico esencialmente anticapitalista, porque prohíbe el lucro sin límites que impuso la concepción burguesa del mundo en todos los distritos de la cultura moderna.
Los derechos individuales si perjudican el bien común o llevan a cualquier forma de explotación del hombre por el hombre, configura un delito que será castigado por las leyes. Consideramos delito el principio de abuso del derecho, porque consideramos delito la falta de solidaridad social y en esto estamos proponiendo un nuevo código penal, donde tendrían sus capítulos los llamados delitos económicos – sociales.”

El derecho público económico
“Regula toda la actividad económica del estado.
La base de esta reforma constitucional, es nacionalizar de modo absoluto las instituciones bancarias oficiales, incluyendo el Banco Central, por que es imprescindible la estatización de este organismo para orientar la economía argentina hacia la ocupación plena.
Un Banco Central en manos foráneas es el ápice del edificio imperialista en todo país sometido al coloniaje económico.
La autorización constitucional para estatizar el comercio exterior, desde un mínimo hasta un máximo, obedece a la realidad contemporánea surgida de la total destrucción del libre mercado internacional por obra de los consorcios de distribución mundial. No existe el libre cambio sobre la base de las iniciativas y medios privados en el frente externo, el comercio mundial es dirigido por alguna metrópolis o dirigido por los carteles internacionales que son tremendas coaliciones privadas.”

Los fuerte de energía
“La reforma constitucional convierte en bienes de la nación todos los minerales, el agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas y de cualquier fuente natural de energía.
Esta convención constituyente pudo traspasar la propiedad de las provincias a la nación, porque las minas pertenecieron originaria y constitucionalmente a la nación. Ahora la reforma hace partícipe a las provincias del fruto de esa explotación, como una indemnización del gobierno nacional por esa transferencia.”

Los servicios públicos
“La prestación de servicios públicos, es una de las funciones principales del estado, gerente del bien común, y es propio que después de haber experimentado el fracaso de la concesiones a privados, se reponga a manos de estado las riquezas y funciones que originalmente le pertenecen ,no en procura del lucro privado, sino por criterios de utilidad social.”

domingo, septiembre 03, 2006

REFLEXIÓN SOBRE LAS IDEAS MORENISTAS

Introducción.

En este trabajo trataremos de ver la importancia de una verdadera conciencia nacional, en la cual se puede ver será muy perseverante, comprometida e ininterrumpida, ya que no es tarea fácil para el trabajador de la educación teniendo detrás de si un sin numero de fuerzas anti-nacionales.
Pero ya que el nuestro es doblemente comprometido, más que el de cualquier otro docente no instruido o negado de lo nacional nos parece mucho más valedero e importante, debido a la constitución de un arraigado sentimiento importado que parece a simple vista muchos más benéficos, pero que por el contrario no solo afecta a aquellos que la difunden sino también a aquellos que los oyen, entrando en una falsa ideología.
En este lacónico espacio se intentará desenmascarar y esclarecer toda esta quimérica, que año tras año intentan introducir en el imaginario de los ARGENTINOS, pretendiendo germinar una nueva generación de verdaderos ideales nacionales.
Nos identificamos con Mariano Moreno debido al Plan Revolucionario de Operaciones, en el cual se expone la importancia de la educación como base del verdadero cambio social y es así que como fuente de inspiración nos abocamos a argumentar el sentimiento nacional desde este punto.

El pensamiento Morenista.

Mariano Moreno (1778-1811), político nacido en el Virreinato del Río de la Plata, estudió en la universidad de Chuquisaca. Regresó a su ciudad natal en 1805, donde ejerció la abogacía y en 1809 escribió Representación de los Hacendados, obra que supuso una feroz denuncia de las restricciones comerciales impuestas por España a sus colonias sudamericanas.
Tras la Revolución de Mayo de 1810, pasó a ser secretario de la recién creada Junta de Buenos Aires, como responsable de los asuntos político y militares. Sin embargo su talento no tardó en ser reconocido y pronto se convirtió en máximo dirigente de la Junta. Garantizó la libertad de prensa, la integración de indígenas y blancos en el ejército y la creación de una biblioteca nacional. Como director del periódico La Gaceta de Buenos Aires, también fomentó la difusión de los objetivos revolucionarios a las provincias y luchó por una total independencia.
…”Moreno influido por el pensamiento filosófico del Siglo XVIII puso su confianza absoluta en la eficacia de la educación y mostró un profundo interés por los problemas de la instrucción pública, ya que reconoció la necesidad que la educación tenia nuevo orden político establecido por la Revolución.”[1]
…”Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin mudar de tiranía…”[2]
Tenía el secretario de la Junta la concepción de una educación republicana, ella debía tener por base y fundamento la libertad que es la promotora del engrandecimiento de los pueblos.
Sin embargo su radicalismo alarmó a los elementos conservadores de la Junta, como a Cornelio Saavedra y sus seguidores y en 1810 se vio obligado a dimitir. Tomó posesión de un cargo diplomático en Gran Bretaña, pero murió cuando viajaba rumbo a Londres.
“los acontecimientos políticos que determinan el alejamiento del gobierno y del país, no le permitieron convertir en realidad su propósito. De su proyecto solo sabemos que tenía la idea de traer profesores del extranjero con el fin de que, preferentemente en base a conocimiento científico, formaran el plantel que con los años produciría hombres que fueran “el honor y la gloria de su patria”[3].
Su labor fue continuada por otros y en 1816 Las Provincias Unidad del Río de la Plata (Estado que engloba el actual territorio Argentino) proclamaron su independencia del dominio Español, por lo tanto se ve en este acto, constituido lo dicho por Moreno seis años antes.
En julio de 1810, la Junta había encargado a Moreno la redacción de un Plan de Operaciones”, destinado a unificar los propósitos y estrategias de la revolución. Moreno presentó el plan a la Junta en agosto y le aclaró a su auditorio que no había que "escandalizarse por el sentido de mis voces, de cortar cabezas, verter sangre y sacrificar a toda costa. Para conseguir el ideal revolucionario hace falta recurrir a medios muy radicales”
El “Plan de Operaciones” que Moreno propuso, promueve una insurrección en la Banda Orienta y el Sur del Brasil, seguir fingiendo lealtad a Fernando VII para ganar tiempo y garantizar la neutralidad o el apoyo de Inglaterra y Portugal, expropiar las riquezas de lo españoles y destinar esos fondos a crear ingenios y fábricas y fortalecer la navegación. Recomendaba seguir “la conducta más cruel y sanguinaria con lo enemigos” para lograr el objetivo final: la independencia absoluta.
A poco de asumir el nuevo gobierno, se habían evidenciado las diferencias entre el presidente de la Junta Saavedra y el mismísimo secretario. Moreno encarnaba el ideario de los sectores que propiciaban algo más que un cambio administrativo, se proponían cambios económicos y sociales más profundos, pensaba que la revolución debía controlarse desde Buenos Aires ya que el interior seguía en manos de los sectores conservadores vinculados al poder anterior.
Por eso desde la propuesta de Moreno nos centramos en la siguiente pregunta: ¿Qué es lo importante, América o Argentina?
Lo importante no se centra en uno u otro, sino en dejar aflorar las necesidades vitales, desde el punto de vista de homogeneizar el sueño nacional, para poder alcanzar el desarrollo latinoamericano. Dejando de lado las diferencias, orientándose en la lucha de todos los pueblos que bregan con un mismo fin.
Las ideas separatistas han logrado que la América se fraccione, creyendo que los issues eran muy diferentes entre los Estados. Solo haciendo una revisión de nuestras estructuras originales lograremos alcanzarlos, teniendo en cuenta el estado cíclico de nuestra propia historia, en la cual se ven reflejados pensamientos en contra de la formación de una oligarquía como decía Simón Rodríguez …”porque si los señores doctores hubieran tenido que arar, sembrar, recoger, cargar y confeccionar los que han comido, vestido y jugado durante su vida inútil… no habrían tanto…”[4], o quizás hubieran podido comprender las injusticias que vivían los campesinos. A si mismo Moreno mantenía lo siguiente…”cuando las pasiones del hombre andan sueltas, ¡cuan horrible, pero cuan interesante, es el observarles! .Entonces sale a lo claro el lado escondido de su corazón, entonces la vista puede seguir por las vueltas y revueltas de aquel laberinto inescrutable los estragos del odio, los arrebatos de la ambición, el desenfreno de la codicia, los ímpetus de vanagloria y los proyectos de engrandecimientos…”[5] todo esto hizo que los proyectos nacionales se empequeñecieran y no dejaran paso a libres pensadores de lo verdaderamente nacional. Que si bien surgen posteriormente- casi un siglo y medio después- solo estuvieron y prácticamente están motivados por el factor económico que corrompe las pasiones nacionalistas.
Es por eso que se debe cultivar desde la infancia para cosechar hombres de bien, ha intentar generar elementos de cambios desde la base más temprana, dado que lo viejo no cambia por la estructura de su formación “si en las tierras vírgenes de los desiertos sembraran las semillas que se pierden en los poblados…(los niños pobres)…habrían la abundante cosecha(de hombres) que en vano esperan de los corrales y de los salones de las ciudades…”[6] a esto hace referencia lo explicado por Moreno, cuando explica la importancia de la educación en los primeros años de la infancia, factor trascendental para el desarrollo de una nueva sociedad con valores para echar raíces nacionales imprimiendo y sosteniendo dichas estructuras en la cual…” las empresas arduas siempre presentan grandes dificultades y por consiguiente grandes remedios…”[7].de este modo se acentúa que el trabajo se logra desde abajo con el esfuerzo constante. Un verdadero proyecto educativo, político, económico y social que enmarque como fundamental “lo Nacional”, cambiando las matrices del pensamiento, no se logrará en poco tiempo, pero si con una lucha constante, protegiéndonos de las ideas facilístas, conformistas o con proyectos chatos y nulos para nuestras necesidades:
1) La aceptación de nuestra verdadera identidad aborigen, nos hará aceptar nuestros proyectos como buenos y propios sin la necesidad de exportar proyectos ideados por otros llevados adelante para su propio beneficio.
2) Renunciar a los intereses personales-desde lo gubernativo, social y financiero-, orientados para el bien común, sacrificándonos y replanteándonos las penetraciones dominantes, que opacan el propio progreso de todos y para todos.
La tarea es de capacitación, ya no con un criterio enciclopedista, tampoco con un carácter patronal, de autoformación, sino aplicando todos los conocimientos disponibles para ponerlos al servicio de una organización nacional que lleve adelante la revolución inconclusa. Dejando la posición radical de lado, llevando adelante los cambios sin la utilización de las armas, ya que nuestra historia nos ha demostrado que no es la mejor forma de resolver las distintas perspectivas- que hacen la diversidad- porque para alcanzar los objetivos deseados no hace falta imponer un solo criterio sino en unir las ideas en la concepción y el bienestar de nuestra patria.
Conclusión:
las ideas imperialistas han penetrado muy profundo en nuestra América, inhala y exhala principios que no se corresponden.
América...America posee problemáticas que se repiten a lo largo de su extenso territorio, sin hacer diferencias de los estados que la corrompen. uno de estos problemas son las diferencias sociales, económicas y culturales; estos son los conflictos que nos unen, puntos débiles creados para empequeñecer este continente, para crear una falsa idea de escasez de recursos, todo esto sucede no sin la complicidad de la dirigencia política que no representan a las necesidades de sus respectivos pueblos.
Dentro de nuestro país esta realidad también existe¿Pero como trabajar la unidad continental reconociendo los problemas?
Creemos necesario que todo debe comenzarpor casa, por nestro país sin perder de vista la continentalidad. las diferencias evidentes en los representantes políticos no con respecto a su ideología sino en como llevan adelante la política. a nuestro entender hay una falta de valores y una falta de ética que solo puede ser producto de una crisis de valores, he aquí donde proponemos ir más lejos en los procesos de cambios y aquí somos los actores principales de esta obra, sin ser modelos perfectos a seguir pero con una conciencia puesta en lo nacional, podemos ayudar a la formación de ciudadanos con valores, con pensamiento crítico de su realidad; ser el andamiaje.
Nada que nos haya sido regalado posee el verdadero sentimiento de lo propio, todo aquello que nos cueste será verdaderamente nuestro.


[1] Manuel Horacio Solari, “Historia de la educación Argentina”. Pág. 55
[2] Juan Jacobo Russeau.”traducción al Español del Contrato Social”.
[3] Idem1. Pág.56
[4] Carla Wainsztok; Pág. 7. “Pedagogía y autonomía en Simón Rodríguez”
[5] Mariano Moreno; Plan Revolucionario de Operaciones; Págs. 29 y 30.
[6] Daniel Prieto; “Utopía y comunicación en Simón Rodríguez”, Pág. 29.
[7] Ídem 2, Pág. 30.

Laura Guzmán y Carolina Lefeld
4°año del Instituto Superior Jauretche

martes, agosto 29, 2006

Recuerdos del '55 (2)

NATALIO ACHER

Nació el 5 de agosto de 1934 en el popular barrio de Barracas (Cap. Fed) – Está casado y tiene 3 hijos.

De oficio electricista, trabajó siempre en forma independiente, pues nunca quiso tener patrón ni empleo público.

Militancia en el Peronismo


A los 17 años Natalio Acher se une a la Juventud Peronista con amigos de Barracas. Con el grupo saca un pequeño periódico impreso en mimeógrafo llamado “El Lidercito”.

En 1955 lo incorporan al servicio militar destinándolo como enfermero al Batallón de Agua Motorizado, en Campo de Mayo, dependiente de la Escuela de Ingeniería.

En las primeras horas de la madrugada del 21 de setiembre de 1055 el batallón estaba formado, esperando ver cómo se desarrollaban los acontecimientos del golpe militar. Natalio rompe la formación y enfrentando al jefe, mayor José María Arredondo, le grita: “¿Qué estamos esperando para salir a defender al gobierno constitucional?”. Inmediatamente lo encierran 90 días en un calabozo y lo someten a proceso.

Lo pasan a la clase 1956. Vuelve a trabajar en la enfermería y al poco tiempo le dan permiso para salir todos los días pero volviendo a dormir al batallón. Aprovecha para trabar nuevamente contacto con el grupo de amigos, ya en la Resistencia y reinician la publicación de “El Lidercito”. En esas andanzas sufre un grave accidente de tránsito y debe pasar casi dos meses internado en el Hospital Militar de la Avenida Luís María Campos para retornar luego a la enfermería del batallón.

Aun estando bajo bandera y convaleciente, y sin recibir noticias nunca del proceso por haber roto fila e increpado al jefe del batallón ante toda la tropa, vuelven a acordarle los permisos de salida y trabaja en los preparativos de la rebelión del General Valle del 9 de junio. Aquella noche, el grupo Barracas es citado para un encuentro en Lanús, donde recibiría instrucciones operativas, pero el contacto no llega y regresan horas después. Por esa razón no cumple la obligación de presentarse a dormir durante tres noches al batallón. Ya lo consideraban “desertor”, cuando interviene en su favor el subteniente médico Isaac Kraitman, aduciendo que había estado en la enfermería.

Al fin, el 11 de julio de 1956 le dan la baja. De inmediato se reincorpora a la Resistencia.

En octubre de 1956 es detenido con varios compañeros, delatados por un infiltrado llamado José Luís Cora, vinculado a grupos clericales de los Comandos Civiles. Estuvo unos días en el Departamento Central de la Policía Federal y luego lo pasaron a la cárcel de Caseros. Como no reconoció ningún cargo ni habían pruebas contra él, pocos días antes de la Navidad de aquel año es puesto en libertad. Y el 24 de diciembre sus compañeros de pabellón recibieron un gran paquete con pan dulce y otros obsequios de Natalio.

Otra vez Acher retornó a la Resistencia militando en la FAP y luego en Montoneros, grupo éste del que se desvinculó poco después por diferencias ideológicas.

El compañero Natalio, asiduo lector, a los 72 años de edad sigue siendo un admirado difusor del pensamiento nacional del General Perón.

Tal fue siempre la actividad militante de este compañero solidario y generoso, que un día recordando su juventud reconoció, sin lamentarlo, que no había tenido tiempo para aprender a bailar. A su compañero de prisión, bastante mayor que él, se le humedecieron los ojos.



Enrique Oliva

viernes, agosto 04, 2006

Recuerdos del '55

También nosotros, en 1955 tuvimos que cambiar de nombres, ocultar nuestra identidad, hablar por señas como los sordomudos. La delación era la industria mas poderosa que había levantado la Libertadora. La ciudad tenía orejas enormes y los que andábamos por las calles no podíamos decir nuestros nombres pues todos teníamos captura recomendada y el país entero estaba a las órdenes del Poder Ejecutivo. Y entonces para escapar a la captura, para burlar a la policía y para guardar nuestro secreto, todos los que andábamos en la lucha cambiamos de nombre como los cuatro jinetes de la epopeya. Tuvimos que abandonar nuestros hogares, esconder nuestra identidad y llamarnos por nombres supuestos. Así yo, por ejemplo, me llamaba Salvador Moreno. Por qué Salvador Moreno? Porque cuando ya la policía estaba a las puertas de mi casa, un vecino y amigo, Adolfo Romano, me entregó una llave y un plano de una casita que tenía en Moreno y me dijo "Váyase, váyase; allí cerca hay un amigo que se llama Adolfo Rallo .... Allí la pasará bien; no se entregue a estos degenerados..." Y tenía razón Romano; me fui a Moreno y Moreno me salvó; de ahí mi nombre de clandestinidad, Salvador Moreno. Cuando pude entrar a la ciudad y recorrer de incógnito sus calles, un día me encontré con un gran amigo que escondía su incógnito detrás de unos lentes ahumados. Verlo y emocionarme fue todo uno; con él habíamos luchado en la Cámara de Diputados y en varios entreveros. Yo hubiera querido gritar su nombre en aquellos momentos; pero me acordé que toda la ciudad era orejas y delación y ojos que se abrían desmesurados. Tomé las debidas precauciones. Me acerqué, casi distraídamente, le toqué el brazo y le dije: Soy Salvador Moreno, y Ud...cómo se llama? Amado olmos-que éste era el amigo- me miró sonriendo, me reconoció en el acto y me dijo: "Yo soy Loreto, mucho gusto!"- "El gusto es mío, Loreto"... y nos estrechamos las manos en un cordial apretón.Desde entonces anduvimos juntos en reuniones clandestinas; él proyectando huelgas y levantamientos, revolucionario como era, yo, escribiendo versos y panfletos, poniendo mi parte en la revolución que pensábamos hacer. Nuestra amistad se acrecentó en ésa época y agrandamos el círculo de nuestros amigos. La amistad en esas circunstancias tiene algo de místico y sagrado. El amigo se juega por el amigo. Los mejores amigos, que aún conservo, los hice en aquella época. Y creo que para siempre.Recuerdo que de Moreno pasé a Malaver, recomendado a otro amigo que no me conocía, pero que cuando nos saludamos me dio la impresión que nos conocíamos de siempre. "Quique", le decíamos familiarmente y su nombre verdadero es Héctor González del Solar Hernández, quien resultó ser nieto carnal de Martín Fierro, pues la madre de "Quique" fue doña Isabel Hernández, la hija mayor de José Hernández. Qué me cuentan? No es providencial?... Los nietos espirituales de Martín Fierro llegábamos por esos vericuetos de la historia al "rancho" del nieto sanguíneo y a la vez espiritual de José Hernández. Porque "Quique" es criollo en sangre y alma. Nos identificamos de tal manera que su casa era mi casa y la casa de mis amigos. Vivía él en calle Paraguay, cerca del Bajo, y aquella residencia suya era nuestro punto de reunión en la noche larga de la proscripción sin nombre...Allí llegábamos burlando la vigilancia policial, Amado Olmos, Rafael Mario Coronel, Carlitos Soldani, algunos militares dados de baja y muchos otros que andaban sin techo... Allí velábamos (a veces literalmente, a la luz de una vela) y echábamos un trago de ginebra para sobrellevar nuestros sinsabores. Luego vino la conexión con otros grupos y con otros compañeros que conspiraban por su parte: Andrés Framini, Raúl Lagomarsino, el "viejo" Carnaglia; y especialmente con otros muchachos de Sanidad que estaban en permanente contacto con Olmos, tales como Claverie, Otto Calace, EduardoSeverino, Diego Centurión, que supieron mantenerse unidos, y gracias a lo cual recuperaron el gremio ni bien se presentó la primera oportunidad de una elección .....¡votos sobraron! Desde aquel entonces viene mi amistad con los muchachos de Sanidad, a cuyas filas me honro en pertenecer.

MIGUEL TEJADA
"MARTÍN FIERRO Y NOSOTROS LOS TRABAJADORES ARGENTINOS" Bs. As. 1972